Hicieron un argüende mediático, hace unos tres años, sobre los yacimientos de litio en Sonora, los mayores del mundo, se dijo. El descubrimiento lo pintaron como el paso inmediato de los sonorenses a un elevado nivel de riqueza. Y de pronto, reinó el silencio sobre el tema.

Nuestra prensa mediocre, que vive de difundir “los logros” del gobierno, en vez de enviar reporteros a Bacadéhuachi y demás puntos ricos en litio, entretiene a sus lectores con notas sobre el calor y la sequía y la reparación del viejo mercado.

En 2022, apenas apareció en librerías el volumen “El litio y su dimensión geopolítica”, de siete autores coordinados por Alfredo Jalife-Rahme, me apresuré a comprarlo. Además de valiosa información científica y económica, contiene severa crítica a la política del gobernador Alfonso Durazo en la materia.

Como he limitado mis colaboraciones periodísticas, decidí esperar la publicación de comentarios por parte de voceros oficiales o de columnistas ciudadanos que hicieran eco a la crítica en cuestión o la combatieran, pero no aparecieron. Imperó el silencio con fuerza de consigna.

Y he aquí que ayer, al arribar a la mitad de la novela “Tren nocturno”, del británico Martin Amis, encuentro que la detective que investiga si fue homicidio o suicidio la muerte de la hermosa joven Jennifer, sostiene este diálogo con la madre de la chica:

“..No has visto el informe de toxicología. Tom lo ha hecho desaparecer. Jennifer estaba tomando litio.

“Litio… Digerí lo que había oído. Litio. En nuestra ciudad, la Ciudad Droga, los polis enseguida aprenden de farmacia. El litio es un metal ligero, con aplicaciones en lubricantes, aleaciones, reactivos químicos. Pero el carbonato de litio (una especie de sal, creo) se utiliza como estabilizador psíquico. Vemos, pues, de dónde viene esa muerte inesperada y violenta. Porque el litio se utiliza en lo que he oído describir (con exactitud y justicia) como el Mike Tyson de los trastornos mentales: el maníaco depresivo”.

¡De manera que del litio se deriva una droga! Buena noticia para el narcotráfico. ¿Qué otras cosas nos han ocultado?

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