El nivel de agua de la Laguna del Náinari ha descendido a menos del 50% de su capacidad, lo que nos enfrenta a una situación delicada, afirma Adriana López Contreras. 

La directora general de la Promotora Inmobiliaria, que tiene a su cargo la administración de la Laguna, señala en un comunicado que el Distrito de Riego Río Yaqui le informó a las autoridades que no será posible realizar la inyección de agua prevista para la laguna, ya que el agua disponible está destinada exclusivamente para el uso doméstico y potabilizadoras.

Ante esta situación, expresa López Contreras, se han tomado medidas preventivas para mitigar las posibles consecuencias negativas del bajo nivel de agua. Las acciones que se implementan incluyen:

1-. Monitoreo constante de la calidad del agua: Se estarán realizando análisis continuos para garantizar que la calidad del agua se mantenga dentro de los parámetros adecuados.

2-. Monitoreo de oxigenación: Supervisaremos los niveles de oxígeno en el agua para asegurar que se mantengan en niveles que permitan la supervivencia de las especies acuáticas.

3-. Pesca de control: Se procederá a la extracción de peces más grandes y de especies como el pez diablo, ya que estos requieren mayores niveles de oxígeno. Esta medida busca reducir la demanda de oxígeno en la laguna.

4-. Incorporación de cal con agua: Con el fin de reducir los niveles de biomasa, se realizará la aplicación de cal disuelta en agua, una técnica que ayuda a controlar el exceso de materia orgánica.

Estas medidas son esenciales para preservar el ecosistema de la laguna mientras mejoran las condiciones que permitan una futura inyección de agua. 

"Entendemos la importancia de mantener la laguna en óptimas condiciones, y aunque esta situación está fuera de nuestro control, estamos comprometidos a tomar todas las acciones necesarias para minimizar el impacto negativo", puntualiza la funcionaria.

Agradece la comprensión y el apoyo de la comunidad en estos momentos.