Hoy recibí la noticia de la partida de un gran ex -amigo mío Becker García, más aclaro, por motu proprio, nunca enemigo.

Y comentaré el lamento a su partida en base a su trabajo intelectual, en lo referente a lo cultural.

Lo conocí cuando en aciagos días, nuestras situaciones económicas unían nuestros caminos y compartíamos estoicos nuestras miserias, con actitudes bohemias.

Me uní a su grupo de estudio, cuando impartía platicas orientadoras sobre escritura y los costos eran de 25 pesos por sesión con seis asistentes, compartidas más allá de su profesión que era algo relacionado con la química.

No sé si nos unió más nuestro amor por la literatura y las artes (además del rock y el jazz) o nuestras carencias económicas solidarias. Éramos intelectuales, enamorados de un futuro cultural mejor para nuestra querida Cajeme, tan en manos de grupos económicos que intentan, aún con éxito, manipular su desarrollo.

Me tocó en gran recuerdo convivir, y espero no mentir (lo cual lamentaría) sus pequeñas hijas me llamaron alguna vez, tío.

Después, lo seguí en su etapa periodística local y al final, antes en su despedida de la corresponsalía en Hermosillo del Diario del Yaqui, y en el recordado regreso, juntos, en su destartalado Taurus, fui oidor oficial de una serie de lamentos donde, vislumbraba su declinación a algunos principios que compartíamos.

Después su destino cambió para su bien, y nuestros caminos bifurcaron intenciones y resultados, yo, me quedé con mi “bien” hasta la fecha en diferente versión.

No juzgaré su actuar a partir de ese momento, pues me quedaré con el bohemio, el intelectual, el amante al rock (siempre quiso tener una moto de hell’s ramger) éramos soñadores.

Si existió algún lado negativo en su paso por esta existencia, es intrascendente para el buen recuerdo que mantengo de él.

Que dios, los poetas y su tocayo Becker, lo lleven a ese espacio donde existe la paz eterna.

A sus hijas y parientes que sufren su ausencia, me uno sinceramente a su sentimiento y les deseo pronta resignación, yo mantendré su buen recuerdo.

 A mi viejo Amigo ¡Qué viva el rock, solo somos Rolling Stones!