La autenticidad y el temperamento de José Luis Sánchez Solá salieron a relucir nuevamente, y este sábado, el técnico del Puebla dijo estar tan contento de sus jugadores, que si tuviera 28 hermanas le daría una cada elemento de su plantel.

El 'Chelís' apareció con su tono habitual en rueda de prensa, y comentó que ante todo la alegría es por seguir en la ruta al título, y por dejar en camino a un rival, que a su consideración, no cualquiera logra presumir.

“Si tuviera 28 hermanas, ya le hubiera dado una a cada quién, soy un agraciado por dirigir este grupo”, declaró el popular estratega que salvó al equipo del descenso, y ahora lo tiene como un semifinalista del torneo.

“Este equipo tiene mucha intensidad, los que llegaron querían estar acá, y esta mezcla te da eso, porque son jugadores de futbol, no son plomeros, ni son arquitectos, son jugadores de futbol, esto te da muchos resultados”.

Al igual que en el duelo de ida, el timonel hizo mención de la fiesta que ha armado con su entrada a la Liguilla, que dice, depende también en gran parte de la “Diosa Fortuna” que ha acompañado a su plantel.

“Yo estoy en una fiesta y me quiero quedar hasta el final”, comentó.

“Nos faltan cuatro (partidos), la realidad supera lo que soñábamos, a lo que se planteó en un principio; ya estamos acá en esta fiesta que es la Liguilla”.

Sobre si sus recursos se limitan al balón parado, el timonel consideró que hay que tomar en cuenta la personalidad como un elemento deportivo, viendo que le alcanzó para echar fuera a uno de los favoritos de la campaña.

“Puebla tiene, como dicen, mucho corazón, tiene entrega, mucha identidad, pero juega al futbol. No cualquiera elimina al Monterrey, en táctica fija o no fija, hay que jugar futbol para eliminar a un equipo como Monterrey”.

Y en alusión a los problemas directivos que presuntamente tiene La Franja, el “Chelís” fue diplomático y dejó de lado la aparente división que existe entre los dueños del club.

“Siempre hay cosas amargas, siempre, pero ahorita no me quiero acordar de eso, quiero estar en el barrilito de las mieles, no en el de la mierda”.