Mediante la labranza de conservación, la siembra en camas genera ventajas para la producción de trigo: reduce los costos, disminuye el consumo de agua de riego y mejora el acceso al predio.

De acuerdo con una investigación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) este método de siembra también facilita el control de malezas y plagas, así como el manejo de nutrientes.

“Todo esto, en combinación con la reducción de la labranza y el manejo racional de los residuos de cosecha, redunda en la obtención de rendimientos altos y estables”, asegura el estudio del organismo.

En el Valle del Yaqui se iniciaron en 1961 los ensayos para investigar el efecto de diferentes espacios entre hileras de trigo.

En 1968 el doctor Óscar Moreno, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) se incorporó a la investigación en el Valle del Yaqui, donde llevó a cabo una serie de experimentos durante 10 años.

Con base en estos ensayos, definió muchos de los componentes del sistema de siembra y tomó la decisión intuitiva de concentrarse en la siembra en camas y el uso del riego por surcos, se indicó.

En 1978 se hizo un esfuerzo concertado por introducir y transferir esta tecnología a los agricultores del Valle del Yaqui.

En 1981 sólo el 6% de los agricultores del valle sembraba en camas, pero para 1996, el 90% utilizaba este sistema.

Hoy en día, se afirmó, los productores consideran que esta tecnología reduce los costos de producción e incrementa los rendimientos.

Más estudios

En 1991 el doctor Ken D. Sayre, del Cimmyt, desarrolló nuevas tecnologías de producción en camas con base en los principios de la agricultura de conservación.

Por su interés, en 1992 arrancó un experimento a largo plazo en el Valle del Yaqui a fin de comparar las prácticas del agricultor con el sistema de camas permanentes.

Estas camas son formadas inicialmente durante un último ciclo de labranza y a partir de ahí son reutilizadas para sembrar el cultivo siguiente, con sólo re-formarlas superficialmente.

Las camas permanentes se combinan con distintas opciones de manejo de los residuos de cosecha.

Desde 1988 hasta 2005, Ken Sayre, Tony Fischer e Iván Ortiz-Monasterio, del Cimmyt, efectuaron en el Valle del Yaqui una serie de experimentos encaminados a estudiar la respuesta del germoplasma de trigo a la siembra en camas, en variedades actuales de trigo harinero, trigo duro y triticale.

Buena adaptación

Los resultados mostraron que la mayoría de las líneas avanzadas y variedades derivadas del material del Cimmyt se adaptaban bien a la siembra en camas.

Sin embargo, las que no se adaptaron presentaron pérdidas de rendimiento de un 10% en el sistema de siembra en camas más común en el valle, se expuso.

Por otro lado, los resultados revelaron que, después de los años 80, las variedades y líneas avanzadas no mostraron pérdidas de rendimiento con ese espacio entre camas y algunas podían hasta tolerar un espacio mayor.

Esto muestra que los mejoradores de trigo del Cimmyt habían ajustado su sistema de selección de líneas avanzadas para que éstas se adaptaran al nuevo sistema de siembra de trigo en el Valle del Yaqui.

Se difunde

Hace dos años Cimmyt comenzó un proyecto de extensión dirigido a instruir a agricultores, administradores de empresas agrícolas, técnicos, operadores de tractor, entre otros, en la tecnología de camas permanentes.

El Cimmyt cuenta con tres centros de adiestramiento, investigación y vinculación en materia de agricultura de conservación en el noroeste y el altiplano de México.

Los agricultores del Valle del Yaqui han comenzado a adoptar la agricultura de conservación e incluso se ha desarrollado maquinaria apropiada para la siembra en camas permanentes.

Se han creado implementos multi-cultivos o multi-usos que pueden ser readaptados fácil y rápidamente para reformar las camas, aplicar fertilizante, sembrar granos pequeños y grandes.

De ese modo se busca reducir sustancialmente lo que los productores invierten en maquinaria cuando cambian sus sistemas convencionales por camas permanentes.
La fábrica de sembradoras e implementos Vázquez de esta ciudad realiza las sembradoras siguiendo las recomendaciones del Cimmyt.