Se han registrado hechos que muestran, de manera clara, que la crisis en el Poder Judicial se encamina al final. En primer lugar, los ministros de la Suprema Corte aceptaron la reducción de los salarios para que, como lo manda la Constitución, estén por debajo de lo que gana la Presidenta. Enviaron a la Secretaría de Hacienda una propuesta en ese sentido para que se incluya en el presupuesto de 2025. No es un acuerdo totalmente desinteresado pues la mayoría de los ministros, tal vez ninguno, permanecerá en su cargo. Los salarios rebajados los percibirán los ministros futuros.
Otro signo es el llamado que hizo el Consejo de la Judicatura Federal a quienes se encuentran en paro (aunque no dejan de cobrar como si hubieran trabajado) para que vuelvan a sus puestos. La asociación de magistrados de tribunales de circuito y de juzgados de Distrito anunció ya que volverán al trabajo el próximo lunes, no así los empleados que manifestaron que continuarán en paro “porque no existen las condiciones para regresar”. ¡Qué condiciones ni que pretextos para holgazanear! El Consejo de la Judicatura les advirtió que se les dejará de pagar si no desquitan el sueldo.
Además, el Tribunal Superior Electoral del Poder Judicial de la Federación autorizó al Instituto Nacional Electoral a que reanude los preparativos para la elección de ministros y jueces el año venidero.
Por añadidura, no puede ya acusarse a la Presidenta de desacato, pues el Senado resolvió que la Presidenta carece de facultades para suprimir del Boletín Oficial de la Federación el decreto de reformas constitucionales al Poder Judicial, como lo pide una poco ilustrada jueza de distrito. De manera que cuando se les deje de pagar a los que cobran sin trabajar, se podrá volver a la normalidad.
LE IMPORTA MOTHER LA CULTURA A LA PRENSA LOCAL
El jueves por la noche se celebró una bonita velada literaria en el jardín interior del Departamento de Letras en la que dos escritores, Conrado Córdova y Esteban Domínguez, presentaron sendos libros. Las comentaristas de esas obras fueron dos damas: Silvia Manríquez y Beda Domínguez; ésta hizo viaje desde su San Luis Río Colorado para atender la invitación.
¿Sabe el Lector cuántos reporteros de periódicos locales acudieron a cubrir la nota cultural? ¡Ninguno! A la prensa de Hermosillo le vale mother la cultura.
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