Ayer me referí a la pregunta que el reportero Demian Duarte hizo el lunes a la presidenta Sheinbaum en la Mañanera, pregunta que aludió al cobro de cuotas a estudiantes que hace la Universidad de Sonora. Debo haberme distraído un momento pues no escuché que el reportero mencionara a la rectora Rita Plancarte Martínez. Pero ésta publicó ayer en El Imparcial la carta que dirige a la mandataria, dolida por el cargo, tan falso como absurdo, de que su salario supera al de la Presidenta.
“Considero que una acusación tan grave requiere una aclaración inmediata, dice, por el bien de la institución a la que represento y porque tiene su origen en intereses políticos que buscan, por un lado, desacreditarme en lo personal, al fin mujer, y por otro lado influir en el proceso de cambio de la persona titular de la rectoría, pues mi periodo concluye en junio próximo”.
Como bien sabemos los universitarios, las cuotas que se cobran a los estudiantes no forman parte del gasto corriente de la institución, sino engrosan un fondo que se invierte exclusivamente en el mejoramiento de los programas educativos y actividades que benefician directamente a los alumnos. Y éstos tienen la oportunidad de gozar de reducciones de las cuotas, inclusive de quedar exentos del 100% del pago, según el promedio de sus calificaciones. En el campus hay placas en las que consta que algunas obras se financiaron con las cuotas estudiantiles.
Pero todo esto es evidente que lo ignora Demian Duarte, pues su participación en la “mañanera” pecó de ligereza, o se dejó engañar por voceros de los “intereses políticos” que denuncia la Rectora. A fuer de periodista cabal lo menos que se espera de él es una explicación al respecto.
Por lo que toca a la transparencia con que se manejan los recursos que la Federación y el Estado aportan a la Universidad, además de que brilla en las auditorías que ordena ley, se hallan a la vista en la construcción de nuevos edificios o ampliaciones de espacios que precisamente en estos días comienzan a ser inaugurados.
El prestigio de la Universidad de Sonora está a salvo. Y el de la rectora Plancarte Martínez, también.
carlosomoncada@gmail.com