A los pediatras también se los lleva la calaca
Raúl Héctor Campa García
Domingo 3 de Noviembre de 2024

CALAVERITAS COLEGIADAS 2024

“Cayendo el muerto, soltando el llanto, ni que juera para tanto, dijo a la viuda el doitor”. Salvador “Chava” Flores. (Cerró los ojitos Cleto). Cantautor mexicano.1920-1987.

 

La pediatría está de luto

La muerte llegó al colegio

En sesión mensual los mató

Uno se salvó por presagio

(Faltó y no avisó).

 

Inició la masacre ordenada

Primeros los pediatras mayorcitos

A todos se los llevó La Chingada

Al final, se llevaría a los jovencitos

(Que poca… de la Tiznada).

 

Al Dr. AnciAnselmo Machado Domínguez

Hace tiempo que lo buscaba

A salto de mata se le escondía

La Tilica fue a la sesión ¡ahí estaba!

Chemo de un “guadañazo” moría

(No le dejó cicatriz, ¿pos, en dónde le daría)?

 

El Dr. Jesús Vargas Zepeda

A la Patas de Catre miró con disimulo

A mí no me atraparas pelona rapaz

Intentó escapar, su esfuerzo fue nulo

Lo cogió por la espalda al querer salir por atrás

(Moría igual que Chemo, …así no quería).

 

Al Dr. Sergio Camacho Larios

La China Hilaria se lo cargó

Apapuchi se lo llevó al panteón

Este gordito, mucha botana tragó

De tanta comida, murió de congestión.

(Flaca envidiosa, por eso lo enterró).

 

El Dr. Jesús Nery Gómez

En oscuro rincón se escondía

Con terror castañeo sus dientes

Eso lo delató, La Desdentada lo encontraría

Negrito sandía-le dijo- se te quitó lo valiente.

(Tal vez, La Chimuela, necesitaba sus dientes).

 

Al Dr. Bernardo Fierro Hernández

La Veleidosa dijo al verlo tan Catrín

Así derechito lo quiero de pareja

Planchadito y de comida de postín

Lo clavó a primera vista entre ceja y ceja

(La Parca, buscaba (al) Fierro, mucho antes… dióquis).

 

El Dr. Alejandro V. Gómez Alcalá

De la Catrina y otras cosas algo presentía

Por eso Él de las sesiones se ausentaba

De la huesuda, de llevárselo no se salvaría

Un epitafio le escribió en su tumba.

(Aquí descansas bien y a los que operaste, también).

 

La Dra. Erendira Ramírez

Huía de La Calaca, asuntada

En la Tarahumara se escondía

Desde una oculta cueva se la-mentaba

Su quedo susurro escucho la Jijurria

(Eres o no eres Ere, de igual manera la sepultaría).

 

A la Dra. Luz María Romo

 

La Osamenta en Valencia la pescó

Cansada de su maestría, fue fácil presa

En una conferencia de autismo la atrapó

Hoy en paz en el Campo-santo reposa

(Luz María experta y aquella catatónica, que cosa).

 

A la Dra. Alba Josefina Martínez Limón

Hacía tiempo que la quería sepultar

Pues La Santa Muerte tirria le tenía

Por tantos neonatos que ella pudo salvar

Mucho esperó la Parca, este día.

 

(Muerte terrenal le dio, ella vida eterna consiguió).

 

De la Dra. María Elena Mora

La Chimuela en pos de ella andaba

A esta chaparrita al panteón la llevó

Porque, a muchos niños salvaba

La pellejuda, sin misericordia la enterró.

(La Calaca olvidó, que vivos quedaran pediatras, y que Mary les heredó

su labor. Así que, con los niños que ella curaba, la muerte se la pellizcó).

 

La Dra. Rocío Moreno

Esperaba a la Dama de la Guadaña

Tranquila cual es Rocío, no se espantaba

Me escabulliré-decía- pa´ todo hay maña

Con tétrica voz, aquella le contestaba.

(Cieeertooo para todo hay mañas, menos para la muerte…

Por confiada… zas la enterraba).

 

A la Dra. Carmen Montoya Morachis

La Descarnada Huesuda le provocó astenia

Por tanto, trabajar en su vida de colegiada

Sufrió de calambres y hasta insomnio tenia

No hubo compasión por ella y se la llevó La Chingada.

(Chingada, sinónimo de muerte, ni pex Carmen así moría).

 

Del Dr. Fernando Villanueva Castro

A la Tiznada, a jugar una carrera retaba

Pero en bicicleta –le dijo- Cabrona

Raudo y veloz Fernando ganaba

Volteo a verla, pelándole los dientes la dientona.

(De Villanueva se burló y en una curva terrosa lo sepultó).

 

A todos los jóvenes que hoy no mató

La muerte por WhatsApp les envió mensaje

No coman ansías, son ustedes mis proveedores

Me llenaran el panteón, durante su aprendizaje

Quieran o no, siempre serán mis colaboradores.

(¿Por qué no te llevas los mayores? Un joven médico le preguntó. La

Tilica respondió: Ellos solitos están cayendo y ya no los necesito yo).

 

El Dr. Raúl H. Campa García

Era uno de los rucos que sepultar le faltaba

Duro de matar, en cuatro ocasiones se escaparía

Hoy lo dejó terminar todo lo que narraba

Creyó, Él, que por faltar a la sesión la libraría.

(Ahora desde ultratumba, de la Catrina Hedionda, será su vocero).

TAN, TAN: en la vida todo tiene su final, nada es eterno.

Si en tu vida obras mal (ni con laxante) te libraras del averno.

 
 

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