HERMOSILLO.- Un grupo de extrabajadoras de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) presentó una carta al Congreso de Sonora, denunciando al presidente del organismo, Luis Fernando Rentería Barragán, por presuntos actos de violencia de género.

La carta, firmada por cinco ex empleadas, destaca que las denuncias incluyen formalidades interpuestas ante el órgano interno de control, respaldadas con evidencias y testimonios que exponen situaciones de acoso laboral, hostigamiento, acoso sexual y violencia de género.

Aunque las denunciantes son cinco, se afirmó que las afectadas suman más de 30, quienes piden la intervención del Congreso para que se tomen medidas ante los hechos denunciados.

La carta también será entregada a otras instituciones, como la Secretaría del Trabajo y la Fiscalía General de Justicia, buscando que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y se garantice la justicia.

La misiva destaca que a pesar de que las denuncias han sido reiteradas desde hace más de un año, el Órgano Interno de Control (OIC) de la CEDH ha sido omiso en su seguimiento y resolución, lo que ha propiciado que la violencia continúe y se agrave.

En este sentido, se exige que se inicie un análisis serio de dichas denuncias y que se impulsen las acciones correspondientes para que no exista impunidad ni se revictimice a las personas afectadas.

“Las denuncias presentadas incluyen testimonios, se adjuntan algunas evidencias y pruebas de acoso laboral, hostigamiento y acoso sexual, así como violencia de género por parte del propio presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos”, detalló Michelle Félix.

Las denuncias presentadas ante el OIC de la CEDH incluyen testimonios y pruebas de hostigamiento laboral, hostigamiento sexual y otros tipos de violencia de género, ejercidas por el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Luis Fernando Rentería Barragán.

Asimismo, se ha solicitado se brinde a las empleadas de la CEDH Sonora, un espacio seguro y accesible donde puedan presentar sus denuncias sin temor a represalias, y que se promuevan políticas internas que garanticen un ambiente laboral libre de violencia y discriminación.