La especulación inmobiliaria ha sido desde hace varios años un freno para el desarrollo económico de Cajeme, confirmó el alcalde Javier Lamarque.

Como prueba citó un episodio ocurrido durante su primer período como presidente municipal (1997 - 2000).

En una ocasión, dijo, reunió a propietarios de los grandes terrenos baldíos que están dentro de la mancha urbana para sugerirles que vendieran dichos inmuebles a inversionistas foráneos y así contribuirían al crecimiento de la economía local y del bienestar social.

"Pero me dijeron: 

"No, presidente, allí están los terrenos y los precios y así los vamos a dejar, si quieren comprarlos que los compren y si no, algún día se van a vender".

La respuesta lapidaria de los terratenientes urbanos se refleja en los grandes espacios baldíos que hoy pueden verse en varias zonas de la ciudad. 

Amplios terrenos que por medio de influencias políticas fueron adquiridos a precios de oferta y que al paso de los años han multiplicado su valor gracias a la infraestructura urbana (calles pavimentadas, equipamiento hidrosanitario, iluminación) construida con recursos públicos para los fraccionamientos colindantes.

Un caso típico son los grandes terrenos baldíos ubicados en la calle Jalisco desde la calle 200 hacia el sur. El crecimiento de la mancha urbana en ese sector se dinamizó con la construcción de colonias populares donde se da la mayor concentración demográfica de la ciudad.

En medio de ellas están los grandes espacios sin fraccionar delimitados con cercas de alambres de púas y algunos ni siquiera eso tienen.

Además del obstáculo que plantean al desarrollo urbano de Cd. Obregón, sólo algunos propietarios pagan el impuesto predial, otros no, señala Lamarque.

El presidente municipal adelantó que se enviará una iniciativa al Congreso del Estado cuyo objetivo será regular la situación actual.

"No podemos obligar a los dueños de los terrenos que los fracciones o los vendan a inversionistas", reconoció.

Así seguirá la especulación inmobiliaria iniciada desde hace varias décadas y seguirá igual durante varios años más, limitando el desarrollo urbano y el crecimiento económico de Cd. Obregón.