Señalar un día determinado para que un candidato a lo que sea inicie la propaganda de campaña, es ilusorio. El candidato o candidata se da maña para que la tal propaganda llegue a los electores y no será sancionado si logra que no parezca propaganda.
Nuestra coterránea doctora Zulema Mosri, cajemense, aspirante al cargo de ministra de la Suprema Corte de Justicia, hizo una visita a la tribu purépecha de Michoacán, fue recibida con honores, las mujeres del grupo con su hermoso vestuario tradicional, y las fotos inundaron las Redes. En ninguna se advierte vestigio alguno de que se ostente como candidata al cargo. Se trata de propaganda pero no parece propaganda. ¡Adelante!
Los candidatos a rector o rectora de la Universidad ya entraron a la etapa de hacer proselitismo, pero los caballeros con antelación al comienzo de esa etapa crearon en las Redes espacios, no con fines de propaganda, no, ¡qué esperanzas!, que pusieron a la disposición de quienes quisieran opinar de todos los temas; no lo hicieron con fines de propaganda, desde luego.
Yo soy universitario pensionado y supongo que no puedo votar, pero si tuviera la facultad de hacerlo, gustoso lo votaría por el doctor Ezequiel Rodríguez Jáuregui, Digo esto, claro, sin el ánimo de hacerle propaganda.
ÉXITO EN EL ZÓCALO
El motivo original que movió a realizar la gran concentración popular el domingo, en la Plaza de la Constitución, era responder golpeado al presidente gringo e informar al pueblo cómo replicará el gobierno mexicano a su abusiva política arancelaria.
La pausa en la aplicación de esa política obligó a hacer cambios diplomáticos sin asomo de pleito, pero esto no impidió que la concentración fuera un éxito. Confirmó la gente su apoyo rotundo a la presidenta Sheinbaum y se exhibió ante el mundo una hermosa imagen de unidad. Esto indudablemente cuenta en este periodo de guerra fría.
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