No implica una contradicción que recomendemos a los ciudadanos que califiquen a los políticos con seriedad, pero sin excluir el buen humor. Una gran mayoría vierte críticas contra el político solamente porque es político. “Todos son unos rateros”, dice el ciudadano intolerante que se niega a reconocer que de cuando en cuando aparecen las excepciones: políticos que al desempeñar cargos públicos se conducen con honradez.

Algunos de esos intolerantes caen en el insulto, y la calumnia, aunque logran otros equilibrar la balanza con “memes”, epigramas, ocurrencias que divierten, sin renunciar al derecho cívico de criticar. Ilustro mis observaciones con un ejemplo.

Hace unos días apareció en el Facebook una serie, creo que de diez retratos de políticos, y la pregunta ¿quién te gusta para gobernador o gobernadora? No estoy seguro si los subió una mujer o un varón, pero el hecho de solicitar opiniones ajenas es indicio de seriedad. ¿Y el buen humor? También se muestra ahí, pues entre los retratos aparece el de Célida López Cárdenas, panista y súbdita de Guillermo Padrés en el inicio de su trayectoria, y famosa por su grito de guerra: ¡Vamos a darles en la madre a nuestros adversarios!

¡Hombre! Eso de poner a doña Célida entre los posibles candidatos a gobernar Sonora es un buen chiste. Así se combinan la seriedad y el buen humor. Yo inicié, modestamente, una lista de quienes desean ser pero no serán, encabezada por el alcalde Lamarque. Allí cabría la señora Célida.

FELIZ REGRESO AL MUNDO, BULMARO

Los médicos encontraron la solución del problema de salud del amigo Bulmaro Pacheco, que tuvo que someterse a intervención quirúrgica. El “ex” de muchos cargos públicos importantes y analista político se encuentra recuperado y en casa. Bienvenido. Se le pone en su expediente una nota negativa por habernos pegado un susto.

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