Aun cuando han logrado ampliar sus instalaciones para dar albergue a 12 ancianos en estado de abandono, la falta de recursos imposibilita que entre en funciones la nueva ala de dormitorios en el asilo San Vicente.

Desde hace ocho meses el espacio se encuentra listo para iniciar operaciones, pero el patronato del asilo aun no abre sus puertas ante la incertidumbre económica por lo cual atraviesan.

Clementina Almada de Esquer, presidenta del patronato, reveló que la crisis económica afectó los ingresos del asilo pues algunos benefactores retiraron su apoyo.

La manutención de un abuelito, explicó, tiene un costo mensual de 3 mil pesos, mismo que debe sufragar el patronato cuando nadie de la sociedad civil los adopta.

A estos gastos se suman los costos de operación; tan solo en verano por concepto de energía eléctrica los recibos pueden ser de hasta 45 mil pesos mensuales.

En general, cada mes el patronato debe cubrir unos 300 mil pesos.

Para poder dar asilo a 12 ancianos más, indicó, se requiere de benefactores que adopten a estos abuelitos y cubran los gastos de su manutención.

“Se trata de aportar para  la compra de pañales, alimentos y algún medicamento”.

En la actualidad el Asilo San Vicente atiende a 70 personas mayores de 75 años, quienes carecen de familia y se encontraban en pobreza extrema.

Un alto porcentaje de los ancianos padecen alguna discapacidad producto de su avanzada edad.

El llamado del patronato, es a la sociedad para sumarse al programa “Adopta un abuelito” y en la medida de sus posibilidades otorgar un apoyo económico mensualmente.

“No importa si son 100 ó 3 mil pesos, pueden hacerlo en grupo o una empresa, lo importante es apoyarlos para que tengan una vejez digna”, fanalizó.