La Guardería ABC es un símbolo
Rogelio Valenzuela Parada
Miércoles 08 de Julio de 2009

<i> Por Rogelio Valenzuela Parada </i>

El 5 de junio es una conmoción y un acontecimiento sistémico en nuestra sociedad y convivencias.

La Guardería ABC es un suceso dramático y doloroso en la “normalidad social” de nuestra vida, en el marco de un sistema instalado y funcionando. Vivimos en un sistema de Estado habitado por el franco y desbordado egoísmo de intereses excluyentes y guiado por conceptos limitados y limitantes.

Habitamos en un sistema de Estado al que estamos habituados en la vida de todos los días hasta que llega el trastorno, la sacudida emocional y mental.

El 5 de junio en la Guardería ABC es una conmoción trágica y dolorosa.

El 5 de junio es un amargo despertar, un alumbramiento brusco de conciencias que se configura en un Movimiento con la expresión social decidida y activa de reclamos y exigencias. Un Movimiento Social a través de marchas con mensajes y comunicaciones por Internet.

El 5 de junio es un movimiento ciudadano que se asume o se puede asumir como lucha social por la TRANSFORMACIÓN pacífica de la cultura política en el Estado Mexicano.

Estamos en un movimiento y lucha que ha surgido espontáneamente, un movimiento auténtico que ahora está en la necesidad de buscar y definir, de aclarar conciente y públicamente su vocación, su razón de ser: qué es lo que sí es; qué es lo que no es.

Habemos quienes creemos y pensamos que este Movimiento y Lucha más allá de las extremas y convocantes circunstancias particulares (humanas, sociales y de Estado) desde y más allá de sus demandas en pos de los remedios necesarios, está ante la necesidad actual de buscar, encontrar y definir su identidad —desde las circunstancias concretas de la Guardería ABC y más allá de las mismas—, los contenidos e implicaciones de su responsabilidad, los componentes de su agenda y sus prioridades.

Es la etapa en que estamos, han transcurrido cuatro semanas. Es el tiempo de hacer una reflexión.

Es el tiempo de revisar y examinar, de evaluar, de enfrentar y tomar otras decisiones -si se quiere así- más amplias e incluyentes, sin perder las dramáticas raíces que han generado y animado a esta movilización de digna indignación, de acompañamiento y solidaridad por y para las familias de la Guardería ABC y su personal. Movimiento de Lucha por la Verdad y la Justicia.

El 5 de junio es una poderosa sacudida emocional —un brutal impacto a las conciencias por el horror— que exige serenidad y reflexión, entendimiento y comprensión del suceso en sí, en sus circunstancias y en lo que implica; entendimiento y comprensión de lo que está detrás y en el marco de la Guardería ABC.

La Guardería ABC es un símbolo. Se puede significar, desentrañar y comprender lo que es, lo que representa.

El 5 de julio es un episodio y un símbolo: la trágica materialización de las consecuencias de una cultura del egoísmo negativo, de un Sistema de Economía y Sociedad que beneficia a unos pocos. En el escenario y de cuerpo entero se nos presentan las élites del dinero, las élites de gobierno, de la clase política, en una pugna en la que se enfrentan las retóricas de los diferentes intereses y las visiones limitadas de los políticos profesionales.

Además, está la maraña, los laberintos y recodos de las instituciones de gobierno que desangran la energía y los ánimos. Esta es una de las grandes apuestas y recurso principal del sistema de gobierno en México y de quienes se mueven en las estructuras de control.

La sociedad —la gente— no es lo primero, no es lo importante. Lo importante en primer término son ellos (“las instituciones”, “las leyes”) y sus intereses, por eso es que las cosas pasan. Por eso es que las cosas no se resuelven. Es visible que no hay sinceridad, no hay integridad ni se asumen las responsabilidades.

En los espacios de gobierno ¿quién está hablando de revisar el sistema de subrogación dentro del Sistema de Estado entregado al Mercado?

Habemos quienes pensamos y creemos que el Estado es instrumental y no es solamente un aparato vacío para ser usurpado y usufructuado por ambiciosos sin principios, por cacicazgos políticos y económicos y por la dinámica egoísta de los intereses particulares que no es de servicio a la sociedad. El Estado es un instrumento para servir a la sociedad, a las familias y a las personas, a los seres humanos.

No hay respuesta fácil ni camino fácil. Pero sí hay ahora la POSIBILIDAD de hacer luz y entrar en la realidad de las cosas.

La clase política -también muchos analistas, intelectuales y columnistas- levanta la bandera y defiende al Estado de Derecho y las Instituciones, ¿quiénes defienden los intereses de la sociedad?

En los hechos constantemente vemos que en el Estado los poderosos, los adinerados y los políticos lo que más hacen es defender y apuntalar sus posiciones, sus carreras e intereses, en un sistema que funciona y se exhibe como una descarnada y desvergonzada lucha por acumular riqueza y poder, por alcanzar el poder y permanecer en él, por tener y ejercer el control.

Puede decirse que social y culturalmente -psicológicamente- que TODOS, “los de dentro y los de fuera”, padecemos de diferente manera los mismo males que nos aprisionan, nos enferman y destruyen: la ignorancia de la realidad y la verdad, los excesos de un egoísmo inconciente y negativo que manifiesta nuestros faltantes de responsabilidad para con nosotros mismos en lo individual, para con la sociedad y la cultura, para con los principios y valores, la ética que supuestamente gobierna.

Se va haciendo visible que ha llegado el momento y la oportunidad de dar varios pasos que nos coloquen como Movimiento 5 de junio en la inminencia de resultados concretos en la búsqueda de Verdad y Justicia, mediante acciones inmediatas y de largo alcance:

Promoción e instalación de una Comisión Ciudadana de la Verdad*.

Foro de consulta y análisis sobre el sistema de subrogación y las responsabilidades sociales del Estado de Bienestar

La atención y cuidado de los niños –tampoco el sistema de seguridad social, ni el Estado- no deben depender de la lógica de la ganancia empresarial.

La satisfacción de necesidades sociales y humanas debe ser asumida responsable y eficientemente por el Estado Mexicano de  modo contundente franco y concreto sin deterioro de la calidad en los servicios ni pérdida de la universalidad, que es su razón de ser: el Estado ha de ser bueno para todos y su existencia es para servir y hacerlo bien.

En el marco y trasfondo de la Guardería ABC, esto parece ser la gran lección y puede ser la gran exigencia del Movimiento y Lucha 5 de junio, acompañadas por la corresponsabilidad de la participación ciudadana y social.

Si procedemos con claridad, coherencia y congruencia, podemos transformar las condiciones que produjeron la tragedia y que a todos nos dañan. Esto puede ser el mejor homenaje a los niños de la Guardería ABC

No podemos dejar de recordar y hacer presente el comportamiento y malas decisiones de los Ministros, como sucedió en el caso del anatocismo en el que la SCJN legitimó, respaldó y consolidó para México el sistema de usura financiera, el sistema de Economía Sociedad que padecemos.

En México hay la tendencia de que todo asunto de importancia se va llevando y encaminando hacia la judicialización en un orden e instituciones que no están funcionando para el bien de la sociedad y de la gente. Con una SCJN que expresamente ha definido y ha mostrado con los hechos no querer ser supremo tribunal de justicia en México. La SCJN no ha querido ser garante del bien de la sociedad en México.

Los Ministros de la SCJN han dicho en el pasado reciente y han establecido que son y quieren ser un simple tribunal técnico de constitucionalidad y de legalidad, palabras más, palabras menos. Así quieren ser y nos abandonan, abandonan a la sociedad. Abandonan su gran responsabilidad ética y social: DAR JUSTICIA en lugar de sólo “administrar justicia”.

Los Ministros de la SCJN todavía no se asumen en los alcances de un Poder Soberano, no han tenido la conciencia para asumir su responsabilidad social e histórica.

En otros países la Suprema Corte de Justicia (países de sólida tradición republicana y democrática) se dice que “el Tribunal Supremo dice qué es lo que dice la Constitución” y a mayor razón establece lo que las leyes dicen, INTERPRETANDO, mirando en todo al bien del pueblo, de la gente.

Mantener vivos, actualizados y operantes los principios políticos y jurídicos del Estado Mexicano plasmados en la Constitución Federal es una responsabilidad no asumida por la SCJN. Y  en las condiciones que como país vivimos –el Estado Mexicano ocupado por los poderes de facto y los grandes intereses no sociales- hay para la SCJN una oportunidad histórica de bien servir, con altura: al pueblo, a la sociedad, a la gente.

Nuestros ministros de la SCJN se declaran o se han declarado incompetentes ante esta posibilidad, impotentes ante este reto y oportunidad, y remiten la responsabilidad en cada caso al Constituyente Permanente o al Congreso de la Unión y estos a su vez tampoco asumen su responsabilidad de “constitucionalizar”,  tampoco de establecer Políticas de Estado y de legislar y de hacerlo correctamente y en tiempo. Y así nos tienen, sin hacer las cosas, además unos se remiten a otros, y así interminablemente.

 
 

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