En tanto las temperaturas siguen a la alza en la región, debido a la humedad reinante, se informó que el fenómeno “El Niño” ya está presente en el Océano Pacífico.

De acuerdo con el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el tiempo se ha presentado muy caluroso en los últimos días, a pesar de la presencia de algunas lluvias en el estado.

Además, se formó la tormenta tropical “Dolores” pero al parecer no habrá de afectar al territorio nacional puesto que se está moviendo hacia el noroeste.

En la Conagua se indicó que un informe de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos, precisó que "El Niño" se encuentra ya en el Océano Pacífico, aunque todavía se analiza la fuerza que tendrá en el invierno.

"Por las condiciones, sabemos que "El Niño" ya se encuentra en el Pacífico; desde ahora y a lo largo del otoño vamos a observar la fuerza que acumula, pues no tenemos aún indicios sobre cantidades de agua que traerá", se expuso.

El mayor calentamiento de aguas costeras, condición ideal para la aparición del fenómeno, se encuentra en México a la altura de los estados de Jalisco, Nayarit y Colima, se dijo.

La presencia de “El Niño” en México ha traído en años anteriores algunas inundaciones en el sur de país por el incremento de lluvias, en tanto que en el noroeste su característica principal ha sido el aumento de la sequía.

Huracanes intensos

Otro informe de expertos asegura que el número e intensidad de los huracanes podría aumentar debido a la influencia de la aparición de una modalidad del fenómeno meteorológico El Niño.

En un artículo divulgado en la revista Science, se indicó que bajo el nombre de “El Niño Modoki”, que en japonés significa similar pero diferente, este patrón climático se forma en el Océano Pacífico central e incrementa la temperatura del agua.

Este hecho se vincula a una mayor frecuencia de las tormentas y a la posibilidad de que irrumpan sobre las costas del Golfo de México y América Central.

“El Niño” equivale a menos huracanes en el Pacífico, pero este nuevo tipo trae como resultado un mayor número de ciclones, con mayor frecuencia y más posibilidades de embestir tierra firme, escribió Peter Webster, profesor de climatología.