New Jersey.-  La selección mexicana de futbol se coronó campeona, por quinta vez, de la Copa Oro al humillar 5-0 a su similar de Estados Unidos.

Los goles del encuentro fueron obra de Gerardo Torrado, al minuto 55; Giovanni Dos Santos, 64; Carlos Vela, 66; José A. Castro, 78, y Guillermo Franco, al 89.

La reacción de la prensa y los aficionados mexicanos ha sido exagerada. Celebran como si se hubiera ganado un torneo muy importante, cuando éste en realidad es uno de los torneos oficiales de menor calidad de la FIFA.

Además se desborda el entusiasmo mexicano por haber vencido a la selección de Estados Unidos, cuando en realidad la representación norteamericana que jugó este domingo no tiene nada que ver con la que jugará contra el tricolor el próximo 16 de agosto en el Azteca dentro de las eliminatorias hacia la Copa del Mundo 2010 que se celebrará en Sudáfrica.

El optimismo mexicano está por los cielos porque se sentía una especie de inferioridad ante el equipo de Estados Unidos, al que no se le había ganado en su casa durante los años recientes.

Hoy los mexicanos celebran, con la confianza recuperada, pero para que esto realmente suceda tienen que repetir la goleada el próximo 16 de agosto.

Lo cual obviamente no será tan sencillo. La distancia entre las selecciones mayores de ambos países no es una distancia tan abismal como para esperar una goleada. Además es una distancia donde el equipo de Estados Unidos permanece arriba del mexicano. Ojo con eso.