Desde que Jesús López Félix maneja transportes foráneos de pasajeros, hace 25 años de eso, su expediente de accidentes había estado limpio.
Pero ayer, a unos cuantos kilómetros de llegar a Ciudad Obregón, comenzó a observar humo en la parte trasera del camión y de inmediato se orilló, a eso de las 9:30 horas.
La unidad 488 de Autotransportes de Guasave se estaba incendiando y no había tiempo que perder.
El aviso a los viajeros fue inmediato: hay que bajarse y ayudar a rescatar las maletas de los compartimentos inferiores.
La tarea se realizó en pocos minutos mientras las llamas alcanzaban toda la unidad, modelo 2004 y con placas 589 HX 4.
Nada se pudo hacer por el camión cuyo costo es superior al millón de pesos, afirma López Félix.
“Nunca había tenido un accidente. Y este no puedo atribuirlo a mi culpa porque en los camiones se maneja mucha presión de aire, de líquidos, de temperaturas”, afirma.
Todavía no se explica qué pasó, pero lo atribuye inicialmente a un corto circuito que hizo desaparecer el camión, construido en base a fibra de vidrio y aluminio, en unos minutos.
Por fortuna, dice, sólo hubo daños materiales y una persona, Georgina Martínez Ochoa, de 57 años y de Ciudad Obregón, que se intoxicó levemente con el humo, pero sin mayores consecuencias.
La unidad provenía de Tijuana, Baja California, rumbo a Culiacán, Sinaloa, pero en el kilómetro 38 más 100, poco después del entronque hacia Bácum, ocurrió el incidente.
López Félix afirma que más que asustarse, se preocupó por los pasajeros, por lo cual ordenó de inmediato evacuar la unidad.
Tras el accidente, camiones de la misma línea y de otras empresas ayudaron a trasladar a los pasajeros hacia sus lugares de destino.