Sin renunciar a la modernidad, los habitantes de Cócorit prefieren preservar y proteger sus tradiciones, su historia, sus viviendas y, en suma, su patrimonio cultural.

Cuando los misioneros jesuitas Andrés Pérez de Ribas y Tomás Basilio fundaron Cócorit en 1617, la comunidad ya era un pueblo viejo, asegura Jesús Rodolfo Robinson Bours Muñoz.

El presidente del patronato del Centro Cultural Cócorit manifiesta que el crecimiento de la mancha urbana en forma distinta a como fue concebida desde su nacimiento es un hecho.

Por ello se elabora un Plan Parcial de Conservación mediante el cual se lleve al Cabildo de Cajeme una propuesta para que Cócorit pueda ser elevada a la categoría de Patrimonio Cultural de México.

Y es que en Cocoim, que significa chile o picante en la lengua cahíta, sostiene, está la cuna del municipio de Cajeme, pues fue de hecho su primera cabecera municipal.

Hoy, con una población de aproximadamente ocho mil 500 habitantes, enfatiza, sus 167.5 hectáreas de superficie albergan una riqueza cultural que debe ser conservada, pero sobre todo fomentada para que todo mundo la conozca.

Se busca hacer de la comisaría una comunidad más atractiva para los visitantes, de Sonora o del mundo, por lo cual debe resguardarse el uso del suelo y el tipo de fachada de sus edificios.

Esa labor ya se ha iniciado, asegura, pues aunque se abrió una tienda OXXO en la comunidad, su concesionario decidió incluso conservar la fachada original del edificio.

El plan que se elabora podrá ser presentado a las próximas autoridades municipales, refiere, para que se lleve ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como una solicitud de patrimonio cultural mexicano.

Ha sido un proceso de muchos años y la gente ha demostrado ganas de participar en todas sus actividades, desde la elaboración del documento hasta la realización de actividades culturales como el Festival Otoño Cultural, la creación del Museo de los Yaquis y otras.

Incluso universidades como Itesca elaboran una encuesta entre los habitantes de la comunidad para que sean ellos los que digan qué y cómo quieren preservar a Cócorit, sostiene.

Conocido como el pueblo de los raspados llamados obispos, las empanadas de higo, guayaba, piña, piloncillo o cajeta y las tortillas grandes de harina, Cócorit debe crecer y modernizarse, pero sin dejar a un lado sus raíces, considera.

De acuerdo con los expertos, sostiene, la arquitectura cocoreña es considerada neoclásica,  la cual predominó en la época de don Porfirio Díaz.

Las grandes casonas históricas quizá difieren mucho de las edificadas durante la antigua misión de visita jesuita de 1617-1622 y más bien datan del periodo 1880-1890.

Se habla de que fue durante la etapa de Carlos Conant, ya en el siglo 20, cuando se formó el nuevo asentamiento de Cócorit del Espíritu Santo de hoy, pero sus raíces se conservaron.

Numeralia

Desde 1972, la Unesco ha inscrito en la lista de Patrimonio Mundial 851 sitios de 138 países

México tiene a la fecha 30 sitios reconocidos, de los cuales 26 son culturales, 2 son naturales y uno es representativo de la nueva categoría de paisaje cultural

Patrimonio cultural

“El concepto de patrimonio cultural, comúnmente referido sólo a bienes materiales con un significado o valor particular de tipo arqueológico, histórico o artístico, se ha ampliado para referirse también a las lenguas, música, costumbres, expresiones de las culturas populares, tradiciones, prácticas artesanales, acervo intelectual y, recientemente, acervos fílmico y fotográfico, entre otras manifestaciones de la cultura de un pueblo, lo que se conoce como patrimonio cultural tangible e intangible de una nación”: INAH.