Cuando la próxima administración municipal tome posesión, se encontrará con un grave problema:
Patrullas, motocicletas, recolectores de basura y otros vehículos del servicio público se encuentran tirados en los talleres municipales.
La causa es la falta de recursos para comprar siquiera un tornillo para las unidades que un día sí y el otro también se descomponen.
Trabajadores de la cuadra municipal indicaron que los mecánicos tienen muy poco trabajo y no porque falten carros descompuestos sino porque no les surten de refacciones para arreglarlas.
Lo más que llegan a hacer es cambios de aceite, cuando hay lubricantes, precisaron, pero de ahí en fuera ni para tornillos o desponche de llantas tienen.
La crisis de las finanzas municipales llega ya a unos 40 millones de pesos entre la falta de las participaciones federales y la caída de los ingresos propios, según reconoció el alcalde Francisco Villanueva Salazar.
Aunque hasta el momento se ha cumplido con la nómina, los trabajadores temen que llegue a detenerse su pago o haya despidos, como ya se hizo con 16 trabajadores del área de Servicios Públicos.