El recorte al gasto público en educación disminuirá el acceso de más de 22 millones de mujeres y niñas en edad escolar a tener instrucción académica, un derecho constitucional que les representa la posibilidad de romper el círculo de pobreza en tiempos de crisis económica.
De los 7 mil 986 millones de pesos que se le restarán a educación, 55.1 por ciento será en subsidios para el sector, lo que será posible si el Congreso de la
Unión aprueba la propuesta de ajuste al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2010, realizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) como paliativo a la recesión.
Según explica el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), la exclusión de las mujeres de la educación primaria, secundaria, media superior y superior, así como los servicios de salud, sociales y la participación en el mercado laboral limitan su capacidad y destrezas para lograr la transición que las lleve a dejar atrás la miseria.
En México, de los 22 millones 552 mil mujeres y niñas cuyas edades oscilan entre los tres y 24 años de edad, 24 por ciento no completó la educación básica, lo anterior, frente a 23 por ciento de varones en esta situación. En tanto, 7.6 por ciento de las mujeres mayores de 15 años no saben leer ni escribir, a diferencia del 4.8 de los hombres en ese mismo rango de edad, según el Grupo Interagencial de Género del Sistema de Naciones Unidas (ONU) en México.
De acuerdo con el análisis de la ONU, esta situación afecta sobre todo a las mujeres que viven en zonas rurales del país, ya que 43 por ciento de ellas tienen entre cero y 5 años de instrucción escolar, mientas los hombres del campo que se encuentran en igual circunstancia constituyen el 36 por ciento.
Cabe mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recién señaló que elevar en un grado la escolaridad de la población equivale a elevar su producto interno bruto en unopor ciento.
La reducción del gasto público a la educación, de la que 800 millones de pesos se le restarán a universidades públicas, reduciría las posibilidades de que México alcance los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados por los 189 países miembro de la ONU en el 2000, pues entre las ocho metas a alcanzar en los próximos seis años está asegurar que las niñas y niños culminen la educación primaria y erradicar la pobreza, señaló Teresa Rodríguez, directora regional de la oficina del UNIFEM.
A nivel internacional, de los 150 millones de niñas y niños de entre 6 y 11 años de edad que no asisten a la escuela, más de 90 millones son niñas, refiere UNIFEM en el texto Camino a la Igualdad de Género, publicado en 2005.
Teresa Rodríguez expresó que los recortes al gasto público en época de crisis son acciones recurrentes a nivel internacional, sin embargo, puntualizó que éstos "no deben hacerse en lo más prioritario como es el acceso a la educación", pues el impacto representaría un aumento en los niveles de pobreza.
Sostuvo que lejos de reducir el presupuesto en educación es preciso que se invierta más, sobre todo en la formación escolar de mujeres y niñas indígenas, que tienen el déficit más alto en el acceso a este derecho humano.
En ello coincidió esta semana, Emilio Álvarez Icaza Longoria, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), quien durante el Encuentro Nacional de Pastoral Social 2009 estimó "inadmisible que le recortemos a la educación, eso no sólo afecta ahora, sino a futuro y genera espirales de pobreza".
De acuerdo con el Grupo Interagencial de Género de la ONU, la brecha en educación entre mujeres y hombres explica porque existen más mujeres pobres, ya que la falta de educación dificulta sus posibilidades de conseguir un trabajo con un buen salario.
En México, una de cada 5 personas padece pobreza alimentaria, es decir, que aún destinando el total de sus ingresos no puede cubrir los gastos de su alimentación, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).