Aunque desde el 15 de julio se anunció un programa nacional para sustituir los vehículos viejos por nuevos, todavía no se sabe donde estarán los centros de acopio de las unidades.
Fernando Pérez Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Automóviles en Cajeme, manifestó que sí hay interés por este programa, pero todavía no arranca en esta ciudad.
Se está precisamente en la búsqueda del sitio a donde podrán ser llevados los autos con 10 años de antigüedad para ser convertido en chatarra y a cambio recibir 15 mil pesos de parte del gobierno federal, dijo.
El propósito de este programa es revertir la caída de la industria automotriz y promover el mercado interno en el país, expuso, pues en lo que va del año las ventas han estado hasta 40% por debajo de las del año pasado.
Pero a diferencia de anteriores caídas en las ventas, por causa de la crisis, en este año el crédito no se ha cerrado para quienes desean adquirir una unidad, expuso.
Las empresas vendedoras están en la mejor disposición de participar en el programa, aseguró, y tal vez cuando ya se formalice la forma de operación, entonces funcionará bien.
Por lo pronto se está a la espera de que el gobierno fije los sitios a donde se tendrán que llevar las unidades para ser demolidas, aseguró.
El gobierno destinará 500 millones de pesos inicialmente y si funciona bien, sostuvo, entonces podrá ampliarse a mil millones en el país.
Y tendrá que sujetarse a reglas como ser vehículo hecho en México o importado por alguna de las siete firmas que cuentan con plantas ensambladoras en suelo mexicano, manifestó.