México, D. F.- El alto costo de los medicamentos en México, el mayor en toda América Latina, obliga hoy al diseño de una política nacional en beneficio de la producción local y la eliminación de monopolios, advierten expertos.
De acuerdo con los especialistas, enfermarse en este país equivale a suicidio, debido a los precios unitarios, que lo colocan en el sexto lugar del mundo, sólo por debajo de Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania y Reino Unido.
Para ajustar ese mercado es imprescindible la existencia de una política nacional coherente, defensora de los intereses de los mexicanos, apuntó Gustavo Leal, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El académico se refirió a la necesidad de una compra consolidada y a la eliminación de monopolios, tanto de fabricantes como de importadores, e insistió en potenciar la producción local con la introducción de las más avanzadas tecnologías.
De 1995 a la fecha, el incremento de las medicinas en territorio mexicano alcanzó el 400 por ciento, frente a una mínima subida de los salarios, explicó -por su parte- el economista Raúl Enrique Molina, quien alertó sobre la falta de control durante las ventas.
Según Molina, el 85 por ciento del consumo se efectúa sin control médico, lo cual redunda en el alza de precios y constituye una falta de visión del gobierno a largo plazo por no regular este mercado, como sucede en otras naciones.
Fuentes oficiales detallan que en el país el 40 por ciento de los medicamentos controlados se vende sin receta, y cada vez más personas se automedican sin considerar los riesgos.
Los especialistas alertan sobre la ingesta de fármacos sin prescripción médica, lo que puede retrasar la atención especializada y aumentar la severidad y frecuencia de reacciones adversas.
En ese sentido, llaman a la población a ser responsable y hacer un uso racional e informado para que las medicinas sean eficaces y seguras.
Por grupos de medicamentos, los terapéuticos, genitourinarios y hematopéyicos aumentan el consumo tres veces más rápido, en consonancia con el incremento de enfermedades de la vida moderna.
El también economista Jesús Sánchez consideró que el descontrol tiene su razón de ser en el libre juego que se registra entre oferta y demanda, por lo cual recomienda la búsqueda de otros mecanismos e incentivar la producción interna.
El mercado farmacéutico mexicano mueve alrededor de cuatro mil millones de dólares anuales, el 15 por ciento de los cuales corresponde al gobierno, puntualizó Sánchez.
Actualmente México importa patentes y tecnología de grandes consorcios internacionales como Pfizer, Roche, Glaxo y Merck, lo que representa alrededor del 45 por ciento del consumo en el país.
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