Sergio Sarmiento
Han transcurrido casi 40 años del lanzamiento de Abbey Road, el último de los álbumes de los Beatles. Let It Be se difundió después, aunque en realidad había sido grabado antes. La disolución del grupo se anunciaría formalmente en 1970. L
a disquera EMI ha decidido sacar a la venta hoy (el 9 del 9 del 9) una versión remasterizada de los 12 álbumes originales de los Beatles así como de Magical Mystery Tour y los dos discos de Past Masters.
Está lanzado también un juego de video, The Beatles Rock Band, que permite imaginar la experiencia de ser miembro del grupo.
Al contrario de Love, el disco producido en 2006 por George Martin para el Cirque du Soleil, que tenía nuevas e innovadoras mezclas, la nueva versión de la música de los Beatles es la misma que el cuarteto grabó en los años sesenta. La remasterización ha servido para limpiar y hacer más brillante el sonido. No se ha añadido nada nuevo. Los discos, sin embargo, nos permiten escuchar la música de hace cuatro décadas con una viveza que sólo la tecnología actual permite.
He escuchado ya algunas quejas acerca de la remasterización, que para algunos es un sacrilegio.
Las grabaciones originales de los Beatles son consideradas reliquias, con todo y sus imperfecciones, por los más devotos fanáticos.
Sin embargo, escuché algunas de las mismas quejas cuando se distribuyó por primera vez la colección de discos compactos que hoy son plenamente aceptados.
Yo ciertamente aprecio la calidad de sonido de los acetatos originales, que me transporta a los años sesenta, a pesar de los ruidos de la aguja sobre el plástico, pero escucho usualmente los CD transferidos directamente de las grabaciones analógicas.
La brillantez de las nuevas versiones remasterizadas, sin embargo, me ha impresionado.