BENITO JUÁREZ.- Además de retrasarse la salida, por los fuertes vientos mañaneros provocados por “Marty”, los pescadores se enfrentan a un panorama desolador: no hay compradores de camarón.

En el primer día de la temporada camaronera, con arribos de entre 80 y 100 kilos por panga y con buen tamaño de exportación, la realidad del mercado ubicó a los productores en el dilema de cómo subsistir en esta temporada.

Para Catarino Villegas Alvarado, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de la Bahía del Tóbari, la temporada comienza tardía porque el agua ya se enfría y eso obliga al camarón a ausentarse de las bahías.

Los pescadores de altamar son los que aprovechan esa situación, expuso, pero además está el problema de la falta de mercado.

Años atrás, dijo, los compradores llegaban el primer día de pesca a la orilla de los campos, pero en esta ocasión está desolado, al grado de que varias plantas congeladoras prefirieron cerrar sus puertas.

Hay calidad de camarón, con tallas 16-20 y U15, de exportación, afirmó, y también buena producción, pero no hay a quién venderle, lo que desploma los precios.

No es posible que un crustáceo que se puede vender arriba de los 100 y hasta 130 pesos el kilo, se tenga que dar en 75 pesos, consideró.

En el mercado estadounidense, la libra la están pagando en apenas cuatro dólares, afirmó, por lo cual los pescadores tendrán que guardar el producto a la espera de mejores condiciones.

Pero mientras tanto, sostuvo, de qué va a comer la gente, cómo va a pagar el crédito por sus artes de pesca o a la tienda, si estaban acostumbrados a que llegando al puerto le pagaban en efectivo su captura y este año no sucede así.

Algo está pasando en el mercado y tanto el gobierno como los pescadores tendrán que sentarse a dialogar para ver cómo saldrán de este atolladero, precisó.