Angélica Beltrán

En los siguientes días se espera la sustitución del dirigente estatal del PRI en Sonora, Roberto Ruibal; tanto por la derrota que sufrió el PRI en las pasadas elecciones, como por ser gente del ex gobernador Eduardo Bours.

Bours Castelo, por cierto, acaparó al PRI estatal durante su mandato; y por su omnipotencia,  rompió el vínculo con el PRI nacional. Cuestión que le valió la gubernatura, paradójicamente, en tiempos de recuperación priísta.

Ciertamente la distancia que mantuvo el gobernador sonorense respecto del Comité Ejecutivo Nacional del PRI le costó caro. Pues cuando las cosas se le complicaron en los últimos días de su mandato, debido a cuestiones de carácter federal como el lamentable incendio en la Guardería ABC; el gobernador no contó con el respaldo real del PRI nacional.

 Como sí lo tuvo  en su momento de crisis política el mandatario poblano Mario Marín Torres—el gober precioso--; quien a pesar de su escandaloso caso se mantuvo inamovible por obra y gracia del CEN del PRI; que maniobró para salvarlo.

Así, el supuesto triunfo del PRI en Sonora no lo defendió nadie más que el gobernador Bours Castelo; pues en los hechos el CEN priísta no metió la manos para apoyar la impugnación sobre el resultado de los comicios del 5 de julio.

Con la derrota del PRI el partido tricolor en Sonora quedó a la deriva; por lo que  el Comité Ejecutivo Nacional priísta ya entró en acción para recuperar ese terreno. 

Entre los aspirantes más fuertes a ocupar la dirigencia estatal del PRI se encuentran el ex diputado federal Carlos Zatarain González; el ex presidente municipal de Guaymas Antonio Astiazarán y el operador político de la dirigente nacional Beatriz Paredes, Julián Luzanilla.

Y aunque el perfil del candidato idóneo se está delineando en la cúpula del partido; de ante mano se espera que el nuevo dirigente sea un militante que cuente con el visto bueno de la mayoría, que tenga el respaldo de las bases, así como la posibilidad real de lograr la unidad de la militancia priísta en el estado.

De acuerdo a sus trayectorias, uno de los cuadros más destacados para ocupar el cargo es el ex aspirante al gobierno del Estado, Carlos Zatarain González; por ser un militante que cuenta con el reconocimiento de las bases y su oficio político le permite un amplio margen de maniobra para hacer posible la unidad priísta.

El ex presidente municipal de Guaymas, Antonio Astiazarán, carga con la pérdida del municipio de Guaymas, que en las pasadas elecciones volvió a recuperar el PAN. 

En tanto, Julián Luzanilla se ha mantenido alejado del estado de Sonora; pues en los últimos años, Beatriz Paredes lo ha mantenido comisionado en Tlaxcala para hacer trabajo de partido.

Al momento cada aspirante a dirigir el PRI en Sonora se encuentra haciendo sus respectivos amarres políticos, hasta que se dé a conocer la respectiva convocatoria.

Y aunque todavía no están sentadas las bases de la misma, ni tampoco se sabe bajo qué método se elegirá al presidente estatal priísta, los aspirantes han comenzado a solicitar el apoyo de los priístas fuertes del Estado.

Por ahora al que se le ha visto por la Cámara de Diputados, buscando el respaldo de la bancada priísta es al operador político de Beatriz Paredes, Julián Luzanilla.

Diputados federales no tienen favorito

En una plática con el coordinador de la bancada sonorense del PRI en San Lázaro, luego de la conversación que éste sostuvo con Julián Luzanilla en uno de los restaurantes de la Cámara de Diputados, José Luis Marcos León Perea refirió que Luzanilla le solicitó el respaldo de los diputados sonorenses.

Sin embargo, explicó que los legisladores esperarán la convocatoria del partido para renovar la dirigencia estatal, y esperarán también a que todos los aspirantes salgan a la luz pública para determinar a quién le brindan el apoyo.

Por el momento, de entre los aspirantes declarados: Carlos Zatarain González, Antonio Astiazarán y Julián Luzanilla, el diputado León Perea indicó que no tiene ningún favorito.