LAS GUÁSIMAS.- Con o sin autorización oficial, en 2010 los pescadores ribereños se lanzarán en busca del camarón desde el 20 de agosto, afirmó Margarito Montes Parra.

Al encabezar una movilización de más de mil pescadores de Sonora, el dirigente nacional de la Ugocp declaró que debido a la mala temporada camaronera, este año se establecerá el fondo compensatorio de alimentación por 80 millones de pesos.

En Sonora, en 12 municipios costeros, desde Peñasco, Caborca, Hermosillo, Guaymas, Empalme, Cajeme, Navojoa, Etchojoa, Huatabampo, Benito Juárez, Bácum y San Ignacio Río Muerto, los pescadores agrupados en más de 160 cooperativas pesqueras, realizan este gran movimiento de masas, dijo.

“Ellos, con sus más de veinte mil familiares se están moviendo para exigir al Gobierno Federal  una compensación alimentaria y de trabajo por las malas y corruptas medidas de política pública que en 2009 les han impedido pescar camarón”, aseguró.

La Conapesca, organismo de la Sagarpa dirigido por el político panista sonorense  Ramón Corral Ávila, dijo, decidió hundir en este año al conjunto de la pesca ribereña de camarón.

Para ello retrasó de manera arbitraria el levantamiento de la veda en la pesca ribereña de camarón desde

el 20 de agosto hasta el 18 de septiembre, cuando ya no hay camarón en las costas, es decir en las cinco brasas de profundidad y sólo puede ser pescado en las aguas profundas por los barcos camaroneros.

“La medida arbitraria de Ramón Corral pretende hundir la pesca ribereña para beneficios a los grandes grupos empresariales  del camarón,  de los cuales él forma parte.

“Un puñado de grandes empresarios son dueños de cientos de barcos pesqueros de camarón en Guaymas,

Mazatlán y otros puertos y son estos grupos los que salen ganando con la veda artificial de Conapesca”, puntualizó.

Condenados

Casi tres mil pescadores de camarón viven de lo que sacan del mar en todo el año, manifestó, y se refuerzan económicamente en la pequeña temporada de camarón de agosto a noviembre, aunque el fuerte de la costa ribereña no va más allá de dos meses.

“Al impedirles pescar camarón ribereño, se condena a eses miles de familias a la miseria y al hambre, por lo cual es urgente una medida compensatoria que garantice que los pescadores y sus familias puedan comer desde esta temporada hasta la siguiente, el mes de agosto de 2010. 

“Esas tres mil familias necesitan comer durante casi un año y para eso es indispensable que el gobierno federal les otorgue una compensación alimentaria de por lo menos 80 millones de pesos”, precisó. 

Sagarpa debe asumir una política de rescate financiero de las deudas contraídas por los pescadores y sus cooperativas, aseguró, y es indispensable desarrollar una medida de emergencia que evite los embargos de las pangas, motores y las artes de pesca de los pescadores de camarón.

Políticas erróneas

Pero el problema es más profundo y se hunde en las malas políticas públicas respecto a la pesca, un sector desmantelado por la Secretaría de Pesca, pues se desapareció el Banco de Pesca y se desarticuló Productos Pesqueros Mexicanos.

Esa era la empresa comercializadora de mariscos orientada al mercado interno y se privatizó Ocean Garden, la comercializadora internacional para las exportaciones, afirmó.

Todas esas políticas han dejado a la pesca sin financiamiento, sin políticas de fomento, sin comercialización al mercado nacional y en manos de los nuevos monopolizadores del camarón de exportación.

Estas mismas políticas afectan al sector social de la acuacultura de exportación que se encuentra dominado en Sonora, para variar, por la familia Bours, indicó.

En la ruina

Los pescadores ribereños y sus familias, al igual que los acuicultores del sector social están en la ruina, porque otros están ganando dinero con la actividad pesquera y acuícola con apoyo del gobierno federal.

En 2010, estableció, los pescadores y la Ugocp, fortalecerán las cooperativas pesqueras, sus federaciones, sus oficinas y su personal técnico, además de crear nuevas empresas de pesca, comercialización, marcas, industrias congeladoras, hieleras, transporte, canales de venta al mercado nacional y al mercado internacional.

“Con este movimiento vamos a generar un nuevo mecanismo de negociación entre los pescadores y el gobierno, desde luego crearemos un nuevo equilibrio de poder frente a los capitalistas y políticos corruptos que han dominado la pesca en los últimos años.

“El sector cooperativo pesquero va a reconstruir su economía y su sociedad mediante un nuevo mecanismo de financiamiento, comercialización, procesamiento de mariscos, empleo y de desarrollo social de las comunidades pesqueras”, manifestó.