Pérdidas hasta por 3.5 millones de pesos anuales sufren los acuacultores de Sonora por el robo de camarón en las granjas, denunció Juan Rurico López Quintero.

El presidente del Sistema Producto del Camarón en Sonora destacó que existe una mafia en el robo de camarón y corrupción que involucra a empleados de las granjas desde biólogos, técnicos y trabajadores.

Este problema se vive en mayor medida en el sur de Sonora y es menor en el norte de la entidad, destacó.

Ya pusieron de manifiesto esta situación ante las autoridades policiacas, expuso, para que se investigue porque representa un grave daño a la economía de los productores.

Esta actividad es una de las más importantes generadores de divisas y empleos para el Estado e incluso más que la ganadería, sostuvo, la cual si cuenta con una ley contra el robo de ganado pero la acuacultura no.

Aunque algunas personas han sido detenidas por este ilícito, aseguró, en la mayoría de los casos pronto son liberadas debido a que son menores de edad, cuando el artículo 302 del Código Penal establece penas de un mes a nueve años de cárcel.

A su vez el artículo 308 establece sanciones de dos a diez años de prisión cuando se roban frutos por cosechar o cosechados que se encuentren en el asiento de producción, sin derecho a fianza, precisó.

“A pesar de lo que se establece en la ley, existe poco interés de las autoridades en castigar estos actos a pesar de que los daños ascienden a cientos de toneladas al año en las granjas del sur”, agregó.

Es inexplicable, dijo, que aún en tiempos de veda camaronera en cada esquina de la ciudad hay vendedores de camarón y las autoridades no investigan de dónde proviene el producto.

Los “guateros” tanto del mar como de las granjas están tan bien organizados que hasta tienen una distribuidora, enfatizó, lo cual se hace del conocimiento de las autoridades para que investiguen bien.