Para que la “ley churrumais” no sea letra muerta, la sociedad sonorense debe presionar porque hasta el momento son pocas las escuelas que cumplen con vender alimentos sanos.

Sergio Sandoval Godoy, científico del Centro de Investigación en Alimento y Desarrollo (CIAD), destacó que falta un mayor control para que en los planteles escolares no se expenda comida “chatarra”.

Es cierto que no podrá desterrarse al 100% el problema pero al menos puede combinarse con la oferta de productos naturales como las frutas y otros alimentos nutritivos.

Durante el Foro Regional Seguridad y Soberanía Alimentaria”, organizado por la Fundación de Apoyo Infantil (FAI-Sonora), el investigador precisó que el CIAD trabaja en mejorar las dietas de los niños sonorenses a través de los desayunos escolares.

Mediante dietas sanas se busca la nutrición real de los pequeños, de tal modo que tengan un desarrollo sicomotriz adecuado, puntualizó.

En un país pobre y especialmente en Sonora, con un oficial 25% de pobres aunque otros estudios digan que en realidad es un 40%, expuso, mientras no haya componentes nutritivos en las dietas, el consumo de calorías seguirá a la alza.

Jorge Valenzuela Romero, director del FAI, expuso que con CIAD se trabaja en una dieta a base de la moringa, un árbol con propiedades alimenticias de excelencia.

Y Jesús Guzmán Flores, de la Cámara de Diputados, expuso que durante los últimos años en Sonora se han convertido en riesgos de trastornos alimenticios la bulimia y la anorexia.

El bajo consumo de frutas y vegetales y la tendencia a alimentarse con más calorías ha llevado a niveles de obesidad alarmantes, expuso.

Durante el encuentro se tocaron aspectos como la seguridad y la soberanía alimentaria, la contribución de la sociedad civil en ese renglón y cómo entenderlo en la perspectiva regional.

Buscará que el presupuesto no baje

Lejos de reducirse, el presupuesto para el campo en 2010 debe aumentar para lograr que las comunidades rurales se empoderen y la producción alimenticia no disminuya.

Rocío Bedolla Tamayo, presidenta nacional de la Red de Mujeres Unimoss, indicó que esta organización

participa en el Consejo de Desarrollo Rural Sustentable y desde esa perspectiva se buscará el blindaje a los programas del campo y de la producción.

A través de integradoras regionales, con capacitación, crédito, incubación de negocios, innovación y el uso de nuevas tecnologías, se trabaja con aquellos productores que realmente ven al campo con visión de desarrollo.

Se trabaja con organizaciones de diferentes visiones y costumbres, expuso, pero aún así están en marcha diversos programas productivos como invernaderos o casas sombra que permiten producir alimentos permanentemente.