El cáncer de mama es la principal causa de muerte por tumor maligno entre las mexicanas, afirmó la doctora Ivonne Mejía Rodríguez.
La jefa del área de Salud de la Mujer, el Hombre y el Adulto Mayor del IMSS destacó que diariamente se detectan seis casos nuevos de este padecimiento en mujeres de 25 o más años de edad.
No obstante, esta neoplasia maligna es curable si se detecta a tiempo, precisò.
Con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que cada 30 segundos se diagnostica un caso de cáncer de mama, el tumor más frecuente en la población femenina.
Es la principal causa de muerte entre los 45 y 55 años a nivel mundial y, actualmente, es la segunda neoplasia maligna más común, aseguró.
Durante la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el fin de concientizar a las mujeres que es una enfermedad con alta mortalidad, afirmó que es curable cuando se detecta y se da tratamiento oportuno.
A nivel nacional el IMSS cuenta con 237 mastógrafos, expuso, con los cuales se realizaron el año pasado 390 mil 167 estudios de detección oportuna en mujeres de 50 a 69 años de edad.
Dijo que el programa Prevenimss ha impulsando estrategias de detección oportuna, cuya finalidad es identificar el cáncer en etapa temprana, cuando el tratamiento es menos agresivo y la expectativa de vida es mayor.
La medida más eficiente se basa en generar conciencia a la mujer sobre su corresponsabilidad en el cuidado de su salud, destacó.
A partir de los 20 años de edad se recomienda la autoexploración de los senos, en caso de que se detecte una bolita o alguna otra alteración, debe acudir con su médico a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponde.
A partir de los 25 años de edad, comentó, la mujer debe acudir a realizarse la exploración clínica para identificar cualquier anormalidad en los senos y hacer los estudios complementarios en caso necesario.
La especialista añadió que la mastografía es un método seguro y moderno para la detección de tumores que no se llegan a detectar mediante el tacto; se practica a mujeres entre los 50 a 69 años de edad asintomáticas, así como a las de 40 a 49 años que cuenten con antecedentes hereditarios de cáncer de mama.