Jorge Agustín Lizárraga Rocha
Desde el 24 de octubre no he visto televisión, y créanme que no la he extrañado.
Por razones que no vienen al caso mencionar ya tengo 19 días sin ver televisión, aunque debo decir que en parte se debe a que debido a la bronca entre Megacable y TV Grupo Pacífico, desde semanas antes desconecté el cable para poder tener acceso vía antena de conejo al canal local; así, puedo decir que ya llevo más de un mes sin ver televisión, excepto las trasmisiones de Las Noticias en el canal 2 local y sus interesantísimas secciones con comentaristas invitados, sobre todo la del jueves a las 8:30 y donde hablan de Nuestro Ambiente.
Se preguntarán, entonces ¿cómo te mantienes informado? Pues me ha bastado con leer los encabezados de las versiones electrónicas de los periódicos locales y sobre todo de Infocajeme. Es obvio que si la noticia es importantísima, ahí estará, pero si la noticia no es de tanta importancia, pues simplemente no estará y por tanto no es necesario para mí enterarme de ella.
Por otro lado, ¿qué tan importante es estar informado de TODO lo que ocurre en el mundo?¿o en nuestro país?, la mera verdad no es crucial; no se entienda mal que no hay que enterarse de nada, pero en estas semanas yo no me he enterado de cosas que andaban por ahí mencionándose insistentemente y que supongo que se siguen mencionando, como:
Van a aumentar los impuestos. ¿y qué puedo yo hacer, simple mortal sin fuero de diputado, o senador, o politiquillo de cualquier nivel al respecto? Nada, simple y sencillamente nada, solamente amargarme en las pláticas de café en las cuales podré quejarme con mis compas y comentar que esto y que lo otro, pero al levantarnos de la silla e irnos a la casa, todo seguirá igual.
Ha habido muchas ejecuciones en Cajeme, 19 muertos en dos eventos. ¿y qué puedo yo hacer? Soy una persona pacífica que no me meto en broncas, y supongo que todos mis amigos más cercanos también lo son, así que difícilmente nos veremos involucrados en un suceso de esa naturaleza (por si las dudas toco madera).
Claro que da tristeza enterarse que eso está pasando en nuestro antes tranquilo Municipio de Cajeme, pero no pasa de ahí, que nos dé tristeza y no poder hacer nada al respecto, excepto cuidarnos más en las que nos metemos.
Que los Yanquis se coronaron en la serie mundial (de Estados Unidos, no del mundo) y los Yaquis andan dando traspiés en la temporada de la Liga del Pacífico. ¿y qué puedo hacer yo para evitar que los Yanquis ganaran, o que los Yaquis ganen? Nada, absolutamente nada. De cualquier manera, en lo personal este año fue de grandes decepciones beisboleras al enterarme de que los considerados como los mejores jugadores, uno de las Ligas Mayores y otro de la del Pacífico, se vieron involucrados en el consumo de drogas para mejorar su rendimiento.
Eso a mí me dolió mucho pues los seguía con admiración, después de esto simple y sencillamente ya no; por eso decidí este año por primera vez en quien sabe cuántos, no pagar por entrar a ver los juegos de la Liga del Pacífico, no quiero que mi dinero se use para comprar droga por parte de algunos, muy pocos jugadores afortunadamente, para mejorar su rendimiento. Si llego a ir a un juego de esta temporada, será porque entré de gorra y no pagué ni un cinco por estar ahí, después de todo la afición al juego, y al estadio, no se ha perdido y sí extraño ir al TOG; además si me tomo una cerveza también será de gorra.
Ahora bien, si llegaron hasta este punto del escrito me preguntarán, ¿qué has hecho desde que dejaste de ver televisión? La respuesta es agradable: en mi casa hemos hecho un montón de cosas que habíamos dejado de hacer:
- Hemos bailado mucho más, con música de “bailongo” nos hemos ejercitado aeróbicamente por lo menos una hora al día.
- Hemos platicado mucho más de las cosas importantes directamente para nosotros.
- Hemos cocinado mejor, sin prisas pues no estamos a la carrera porque “ya va a empezar el programa”.
- He escrito más, le he podido dedicar tiempo a escribir algunas cosillas que aunque no se han publicado o se vayan a publicar, me han dado la satisfacción de saber que todavía puedo comunicarme de manera escrita.
- Establecí contacto con 31 de mis compañeros de la Facultad de Ingeniería de la Generación 1967 después de casi 42 años de no saber de muchos de ellos, y hemos iniciado un proyecto conjunto de reencuentro para revivir glorias pasadas.
- Hemos ido más seguido al campo a disfrutar de la naturaleza, sin la presión de regresar “a tiempo” para ver tal o cual programa en la tele, hemos disfrutado de más programas en vivo con las Chureas, Perros chiveros, Cholis, Patos, Liebres etc. que se han cruzado en nuestro camino. AH! Hasta una víbora de cascabel.
Hemos hecho muchas otras cosas más que la “comodidad” del sillón para ver la tele nos habían impedido.
En fin, esto es lo que quería compartir con las personas que lean este escrito.
Gracias Megacable por enseñarme que la televisión no es indispensable.
Jijos, hasta salió en verso, ¡a lo mejor hasta en poeta me estoy convirtiendo por haber dejado de ver televisión!