Cartas entre compadres
Jorge A. Lizárraga
Viernes 20 de Novimiebre de 2009

Jorge A. Lizárraga Rocha

No trato de ventilar en público mi correspondencia personal, pero esta se me hace interesante pues me dio oportunidad de decirle algo a mi compadre que también le quisiera decir a muchos de mis amigos, quienes a lo mejor leen este escrito.

La primera parte es la respuesta de mi compadre a una invitación que le hice a leer los escritos que amablemente están siendo publicados en Infocajeme:

Hola compadrito.

Pues como me mandaste a ver lo que habías escrito en el periódico electrónico Infocajeme, yo, como obediente que soy, entré a esa dirección y lo leí. Ahora quiero decirte lo que pensé, pero debes hacerte de una concha grande para seguir leyendo mi mensaje.

Vivo en la ciudad de México y eso quiere decir que estoy bombardeado por noticieros y periódicos, que incluso los regalan en el Metro. Eso es sólo el principio del problema. Lo que sigue es que todos, y digo todos, tienen hojas y hojas y... hojas con noticias de lo que hacen los políticos y los futbolistas.

Estoy cansado hasta la coronilla de todo eso y he desarrollado una reacción anafiláctica, de manera que cuando veo u oigo algo de eso me salen ronchas, se me cierra la glotis y buscó aire para tratar de reanimarme. Bueno, todo esto a propósito de tu escrito. Ahora, si sigues leyendo y no me has 'mochado' ya, tengo una sugerencia. Por qué en vez de escribir contra los políticos y afines, que además de gastar tu cerebrito, no sirve para nada, mejor no escribes sobre algo interesante y para lo cual te entrenamos en Carolina del Norte.

Esto es, ¿Por qué no escribes sobre el cambio global, la contaminación y lo que podemos y debemos hacer para evitar ahogarnos? tu tienes mucha información, pero también hay mucha por todos lados, excepto en México, donde todo lo que se hace es quejarnos de que la ciudad está contaminada, pero seguimos tirando basura en las calles, etc. Si tienes un foro público, ¿Por qué no escribes sobre eso? Hay mucha necesidad de gente que escriba con ingenio, educación y mucha información sobre todas las cochinadas que hacemos y quizá, sólo quizá, alguien te pondrá atención.

¿Me seguiste hasta aquí? ¡Pues he dicho!


Saludos a Lulú y no me pongas mucha atención porque ando de malas.
Un abrazo


Mi contestación a mi compadre fue la siguiente.

 

Compadre:

Me da gusto que una mente tan brillante, o brillosa con el uso, como un traje planchado continuamente, le haya dedicado tiempo a mis escritos insulsos; espero que no se enteren en la Academia de Ciencias de América Latina, porque hasta la credencial te andan quitando.

Durante mucho tiempo escribí sobre problemas globales, incluso, y me adorno, en el Número 25 de la Revista Ciencia y Desarrollo de CONACYT (Lizárraga, J. A., "La destrucción de la capa de ozono", Ciencia y Desarrollo 25, 123 (marzo-abril de 1979)) escribí sobre un problemilla que se estaba gestando y que fue detectado por un mexicano en la Universidad de California en Riverside, este compa se llama Mario Molina, quien desde 1973-74 hablaba del problema de la destrucción de la capa del ozono (por cierto, si lo ves en alguna de tus reuniones, lo saludas de mi parte).

En ese artículo hago mención a la posibilidad de cambios climáticos a nivel global, esto fue como respuesta a una pregunta que me hicieron en el examen de preparación para el doctorado en contaminación del aire que estudié en esos años.

Estoy seguro que dicho artículo fue el primero que sobre el tema se escribió en México; como resultado de ese artículo, al editor de la revista casi lo corrieron por “andar difundiendo información amarillista y que nada más servía para confundir y asustar a la gente”, de eso me enteré años después que me lo encontré por acá en Sonora.

A raíz de eso me decepcioné fuertemente de querer tratar temas para resolver la situación global del planeta, ya ves que a este compa, Mario Molina, que aunque en el 96, o 95, le dieron el premio Nobel, prácticamente ni lo pelan cuando propone soluciones al problema; eso sí, lo admiran y le hacen reconocimientos muy bien merecidos, pero, a nivel piso, no se aplican las soluciones geniales que ha propuesto.

Por eso, desde alrededor de 1984 me he dedicado a escribir para gente de las casas, sugiriendo formas de resolver los problemas de contaminación a nivel casa, los problemas sociales a nivel casa, los problemas económicos a nivel casa, los problemas de salud a nivel casa…. Y adivinaste, los problemas de alimentación…. a nivel casa. En eso tampoco se han logrado resultados espectaculares, pero sí se han tenido pequeños resultados positivos, los que corroboro cuando gente en la calle me comenta lo que está haciendo para mejorar su calidad de vida…. a nivel casa.

Esto me ha convencido y acuñé el siguiente pensamiento….. con riesgo de ganar un premio Nobel por su contenido, pero te lo diré a ti:

“Si quieres que un problema no se solucione, globalízalo y haz que todo mundo busque la solución. Si quieres que se solucione, personalízalo y soluciona tu parte, a lo mejor el resto del globo pudiera hacer la suya también”

Y como dijo quien sabe quien: ¡He dicho!

Finalmente, no te pongas de malas pues te pueden salir arrugas, mejor ríe y pue’que se te borren algunas.
Y ya me diste tema para un escrito próximo en Infocajeme, el cual te verás obligado a leer pues te lo recordaré en cuanto salga.


Saludos

Como nota final, sólo quiero decir que mi compadre es el Dr. Fidel Ramón Romero, padrino de mi hijo y después Presidente de la Academia de Ciencias de América Latina y Jefe de Unidad Académica, División de Posgrado e Investigación, Facultad de Medicina, UNAM

 
 

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