Durante casi cincuenta años “El Nuevo Mundo” fue la tienda departamental más elegante de la ciudad.
Allí acudían las damas de clase media y alta, los caballeros de buena posición social, profesionistas y empresarios, el gerente y el funcionario, en fin, gente con buen poder adquisitivo que se “ajuareaba” en la tienda departamental de don Silviano Rodríguez.
Los aparadores de la esquina Sonora y Galeana eran una muestra de la elegancia casual a la que uno podía aspirar.
No fue la primera tienda departamental, por cierto. Antes hubo otras que duraron algunos años y después se fueron, como la trasnacional Sears.
“El Nuevo Mundo” se anunciaba con el lema “La tienda bonita que no vende caro”, y no faltaban algunos que cambiaran la frase: “La tienda cara que no vende bonito”.
En temporada navideña era sin duda uno de los establecimientos comerciales más visitado y su última remodelación, con escaleras automáticas y toda la cosa, prometía una permanencia de varios años, pero poco a poco fue cediendo a la competencia que le hicieron las nuevas tiendas departamentales que se establecieron en esta ciudad.
Un día se quedó sin energía eléctrica por falta de pago y al siguiente todo estaba en remate, hasta que cerró sus puertas definitivamente para dar paso a un establecimiento de cadena nacional. |