Ante las pérdidas millonarias por el robo de camarón en granjas acuícolas, se busca que sea considerado un delito grave, afirmó Humberto Olea Ruiz.

El presidente del Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (Cosaes) destacó que el total de la producción camaronícola es de 300 millones de dólares este año.

Y con el robo del crustáceo se pierden muchos ingresos, pero sobre todo se corre el riesgo de enfermedades en las granjas porque los ladrones evaden también medidas sanitarias.

Debe darse una mayor vigilancia policiaca en los campos acuícolas, consideró, pero también leyes más drásticas para evitar el robo.

Se trabaja ya en un borrador con el diputado Damián Zepeda Vidales para proponer que el hurto del crustáceo pase de ser un robo simple a uno grave para evitar la impunidad.

También se trabaja para que otros estados del país asuman el protocolo de sanidad puesto en marcha en Sonora desde hace varios años, destacó.

De nada sirven los esfuerzos de los productores estatales, dijo, si en los estados vecinos no se llevan a cabo medidas de sanidad similares.

Cada cosecha ingresan a Sonora unos tres mil vehículos que buscan comprar camarón en las granjas, afirmó, y de no ser por las medidas profilácticas usadas aquí, se introducirían enfermedades en mayor medida.