Los impulsos suicidas van en aumento entre adolescentes embarazadas ante el rechazo de la familia, amigos y de la propia sociedad.
De 80 menores de edad que en promedio acuden al año al Programa de Atención Integral al Embarazo en el Adolescente (PAIDEA), el 20 % registra problemas severos de depresión, expuso Angélica García Ortiz.
Las niñas que fluctúan entre los 12 y 17 años enfrentan su situación en silencio y en el abandono afectivo, explicó.
La directora de Centro de Atención de la Familia y el Adolescentes (CIFA) del DIF, indicó que desde PAIDEA, se estimula a las futuras madres para asumir su nueva realidad y aceptar su condición.
“Las niñas regularmente hacen del conocimiento de su embarazo a partir del tercer mes cuando ya es imposible ocultarlo, llegan a nosotros en depresión por la reacción de la familia y el regular abandono de sus parejas”.
El apoyo médico y sicológico es esencial para que las jóvenes puedan superar su situación depresiva y evitar el riesgo no solo de ellas sino también del producto.
“Buscamos que acepten su situación, que se atiendan y prepararen para ser madres”.
En lo que va del año, indicó, de 8 a 10 menores embarazadas ingresan al mes a PAIDEA.
El 65% de ellas carecen del apoyo de sus parejas quienes no asumen la responsabilidad de su paternidad.