La Navidad del 2009 puede ser considerada como una de las más tristes y desesperanzadoras de nuestra historia local.
En la tarde del martes 22 de diciembre, individuos aún no identificados lanzan granadas explosivas a instalaciones policiacas en esta ciudad. La reacción inicial fue de sorpresa y desconcierto, pero poco a poco el miedo se va apoderando de la población a pesar de los llamados de la autoridad a mantener la calma.
Cunden los rumores de nuevos atentados y el 24 de diciembre, cuando la gente empieza a festejar la Nochebuena, un nuevo ataque con granadas sacude a la ciudad, ahora con el desenlace fatal de una persona muerta y dos heridas.
El temor crece y el ruido de los cuetes tradicionales en esta temporada hace temer a muchos que no se trate de una simple diversión sino del trueno de un nuevo ataque con explosivos.