Mediante un modelo de selección de los casos más críticos, el IMSS logra preservar la vida de miles de personas que sufren algún accidente.

Con el programa Triage, que clasifica los casos más severos, también se han salvado enfermos por complicaciones por enfermedades del corazón, respiratorias y de tipo metabólico, principalmente.

El doctor Felipe Cruz Vega, jefe de la División de Control y Operación de Proyectos Específicos de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, indicó que el Triage consiste, principalmente, en la identificación inmediata y adecuada de las prioridades de tratamiento en víctimas de trauma.

De igual forma, aquellos con lesiones graves, cardiópatas y enfermos metabólicos, entre otros, a fin de asegurar atención hospitalaria inmediata y adecuada y evitar la saturación de los servicios de urgencias.

La importancia de este modelo radica en que el Seguro Social atiende más de 15 millones y medio de urgencias al año en el país, entre éstas, traumatismos, infecciones respiratorias y gastrointestinales, diabetes mellitus y sus complicaciones.

Este modelo es particularmente útil, dijo, en situaciones que comprenden tragedias masivas, que implican decenas o cientos de personas heridas o bien entre los pacientes que asisten a los servicios de urgencias a solicitar atención.

Del total de urgencias, se ha determinado que 25% son “reales”, al corresponder a un estado clínico del paciente que pone en riesgo su vida o la función de un órgano, expuso.

Y el 75% restante representa a las “urgencias sentidas”, es decir, aquellas en las que el paciente o familiar las percibe como amenazantes, pero desde el punto de vista médico no implican un riesgo grave para la salud.