Una desplumada y en su propio nido fue la que recibieron los Águilas de Mexicali, que no pudieron contener la aplanadora llamada Yaquis de Ciudad Obregón que les metieron cuatro partidos en forma consecutiva, sin anestesia, ni nada, a pesar de que el equipo cachanilla había logrado ganar el primero de la serie ¡Tukiti!
A Dan Serafini le pegaron una desconocida después que en el primero de la serie había cebado la pólvora de los cañones de la tribu ¡No! ¡Pues wow!.. Desde el principio del partido fue un reguero de batazos por todos lados, por ambos bandos, parecía que los tenían amarrados en un encuentro donde el lanzador yaqui Luis Mendoza no venía en su mejor momento y para acabarla de amolar fue expulsado apenas en el amanecer del partido, lo que generó una bronca en la que volaron, sesos, corazón y bofes, debido al polémico conteo del ampáyer ¡agarren piedras!
No es que me encante el chile güero, pero estos ampayitas son los mismos a los que los saludó la porra en el estadio Héctor Espino cuando le devaluaron un jonrón a doblete a Chris Roberson ¡Atáscate ahora que hay lodo!..
El comando armado de Obregón es un verdadero lío para cualquier equipo, con un orden al bate más que respetable, es el equipo que nadie quisiera enfrentar en una semifinal, debido a que se le ponen charrascalosos a cualquier lanzador, cualquiera de los jugadores pueden cambiar la historia del encuentro con un solo swing ¡échate ese trompo a la uña!..
Por otra parte la eliminación de Águilas de Mexicali se nos hizo muy prematura, ya que parecía que los emplumados volarían más alto, esto es beisbol, se llama sin chillar y después de recorrer las 500 millas de Indianápolis, Yaquis regresan a casa con el primer boleto de la semifinal ¡toma paloma!..
Vaya reacción de Mayos de Navojoa, a quienes aún se les mueve una patita y ahora con posibilidades de pasar de panzazo a la semifinal a pesar de que les tocó bailar con la más fea, debido a que tienen enfrente al campeonísimo Naranjeros de Hermosillo ¡Zancas de gallo copetón! La atrapada que está valiendo el boleto fue la realizada por el mayo Matt Young en el jardín central, quién sacó de atrás de la barda un casi jonrón de Gerónimo Gil, el patrullero brincó como resorte que envidiaría a cualquier jugador de baloncesto, recordando aquellos super saltos de Michael Jordan, para robarle el cuadrangular al receptor de Hermosillo, que por cierto estuvo a punto de armar tremenda camorra (Debe ser bueno para bajar guamúchiles)...
¡Va de nuez! Cosas veredes, Sancho, no sabemos qué tiene Gerónimo Gil, parece imán para los catorrazos y ya está desplazando las históricas agarradas del chongo que tiene en sus estadísticas Adán Amezcua de los Tomateros de Culiacán; hasta Don King y Bob Arum se frotan las manos por tenerlos en sus respectivos establos ¡Amarren navajas!..
Por otro cachete, los guindas tuvieron una sorprendente reacción sacando glorias del pasado, para alargar la serie y mandarla a un “six” (¡Ah malayón!) metiéndose de lleno a la pelea por estar en la semifinal,.
No se mortifiquen que esto se va a empeorar y la vida es muy dura para tomarla tan en serio…Si Diosito quiere nos vemos mañana.