En la Cd. de México sobran los snobs, aquéllos que quieren estar a la moda o diferenciarse de los demás a como dé lugar.
Por eso no fue raro este domingo que algunos jóvenes chilangos viajaran por el metro capitalino sin pantalones ni faldas. Y no lo hacían por lucir sus "encantos" sino para sumarse a la propuesta de un grupo de artistas neoyorquinos.
La propuesta No Pants Subway Ride” surgió en Nueva York en 2002 y se repite cada 10 de enero en los andenes y vagones de ese transporte de varias ciudades de Estados Unidos y otros países.
Hace nueve años un grupo de artistas neoyorquino llamado Improv Everywhere, iniciaron esta práctica.
En sus primeros años llegaron a ocurrir algunos incidentes, como en su segunda edición, en 2003, cuando el conductor del Metro de Nueva York en el que se subirían se percató de la situación y reclamó por el sistema de audio de los vagones: “¡Esto no es un parque de diversiones!”.
Ayer, alrededor de 10 jóvenes mexicanos se sumaron a esta iniciativa en su edición “No Pants Subway Ride 2010” que se realizó en el Metro de 16 países, y sorprendieron a los usuarios al vestir sólo calzoncillos mientras leían, escuchaban su música o simplemente esperaban la siguiente estación.
Su actitud era de total naturalidad, como los organizadores han pedido. Y la ropa, aunque interior, debía ser no sólo cómoda, sino también adecuada, pues se ha querido llamar la atención, pero no ofender ni provocar reacciones de rechazo de los pasajeros.
Los protagonistas de la versión mexicana viajaron por estaciones de la Línea 2, como Zócalo, y otras del tramo exterior de calzada de Tlalpan.
Pudieron viajar sin contratiempos, pues incluso en algunos momentos pasaron frente al personal de seguridad sin ser molestados. Los jóvenes ingresaron vestidos con pantalón a las instalaciones y una vez adentro se despojaron de esa prenda; la guardaron y esperaron su convoy para iniciar la experiencia mexicana de “No Pants Subway Ride”.
Esta iniciativa se realiza sólo el 10 de enero de cada año, pese a las bajas temperaturas que prevalecen en estas fechas, y se han sumado cada vez más personas de diferentes rangos de edad y en varias ciudades estadounidenses y de otros países.