Empezamos, mejor dicho empecé, el 2010 de una manera lenta. Tratando de ordenar los pensamientos y los planes para el 2010, pensé en apoyar a algunas de las organizaciones que luchan por tener una Ciudad Obregón Limpia, no pude hallar una forma práctica de lograr una campaña efectiva para limpiar nuestra ciudad, pues en cualquier estrategia de las que he estudiado se requiere de la participación activa de la ciudadanía, pero sobre todo de la eficacia de los servicios municipales de limpia y recolección de basura, aspectos que al analizarlos, desgraciadamente considero muy difíciles de lograr en nuestra comunidad, sobre todo lo referente a la participación de las autoridades.
Frustrado y para poder pensar un poco más, me puse a limpiar mi casa en compañía de mi esposa, lavé los trastes, lo digo sin miedo de que me digan mandilón, mientras que mi esposa se puso a poner una lavadora y después a barrer el frente de la casa. Entonces…….. ¡llegó la inspiración divina!... ¡los cielos se abrieron y la luz llegó a mí! …. ¡la solución ahí estaba enfrente de mí todo el tiempo! …..
Para poder tener una ciudad limpia, primero tenemos que tener una casa limpia…. ¡Brujo me dije a mí mismo!
Considero, e invito a todos los que se atrevan a leer este escrito, que en lugar de querer declarar una ciudad limpia, primero declaremos una casa limpia. La estrategia es simple, vamos dándole una limpiada a nuestra casa y a deshacernos de las cosas inútiles que hemos guardado durante quién sabe cuánto tiempo, esperando alguna vez usarlas. Veamos si se pueden reutilizar o reciclar en nuestra misma casa, o si la podemos vender o regalar, por ejemplo al Bazar Solidario que está ahí enfrentito de la Plaza Álvaro Obregón, o a alguna de las organizaciones de beneficencia social con que contamos en la ciudad; los papeles y cartón reciclables se les pueden hacer llegar a Ponguinguiola, ahí en la Guerrero y París para que ahí se encarguen de dichos papeles.
Lo que ya sea inutilizable, vamos tirándolo a la basura, pero poco a poquito, pues si lo sacamos todo de golpe, los camiones recolectores no se lo podrán llevar, o quizá provoquemos que los recolectores nos pidan alguna propina por llevársela y caemos en un acto de corrupción.
Una vez limpia nuestra casa por dentro, o simultáneamente, vamos trabajando en el frente barriendo y limpiando la banqueta y arreglando el jardín o jardinera los que contemos con una y declaremos nuestro frente de casa limpio. Barramos hasta la mitad de la calle que nos corresponde, cuidándonos de los carros para que no nos machuquen, y juntemos la basura en bolsas para entregárselas a los recolectores municipales. Esto se puede hacer en cuando mucho unos 10 minutos y no nos costará ni un peso, supongo que todos tenemos escoba, recogedor y algunas bolsas para esta tarea.
Una vez limpio el frente de nuestra casa, platiquemos con nuestros vecinos de la cuadra e invitémoslos a declarar a nuestra calle como calle limpia. Quienes acepten la invitación, solamente deberán limpiar su banqueta y mitad de la parte de calle que les corresponda y recoger la basura para entregársela a los recolectores municipales. De esta manera no se sobrecargarán las unidades y no habrá pretextos por parte de las autoridades de que no cuentan con el equipo suficiente, pues solamente tendrán que recoger una cantidad un poco mayor de basura y en una sola ocasión. Así, ya solamente tendremos que mantener limpio el frente de nuestra casa todos los días, y a lo mejor hasta nos da oportunidad de conocer a los vecinos si coincidimos en esta labor de limpieza diaria. Se puede hacer a cualquier hora del día o de la tarde, sin que interfiera en nuestras actividades laborales de rutina.
Por otro lado, pongamos atención a los días y horas de pasada de los camiones recolectores de basura en nuestra calle y procuremos sacar la basura una hora antes de que pasen a recogerla, para así evitar que los animales citadinos la desperdiguen al buscar comida en ella.
Si queremos todavía participar de manera más eficiente en el manejo de las basuras en nuestro hogar y aprovechar algunos de sus componentes, vamos haciendo composta líquida, no es una cosa del otro mundo. Ahí les va la forma de hacerla.
Simple y sencillamente separemos la basura orgánica de la inorgánica, para ello se puede usar un botecillo chico, como esos de los de un litro en el que viene el yogurt o la nieve, para la basura orgánica: cáscaras, sobras de comida cruda, cascarones de huevo, etc.; se cubre con una bolsita de plástico para que no escurran los líquidos de la basura orgánica.
Después de terminar de preparar la comida esta basura se muele en la licuadora y se puede aplicar directamente en el jardín o en las macetas, se siguen regando normalmente para compensar el calor que la “composta líquida” generará y se aprovecharán los nutrientes de la basura orgánica. Sus plantitas se lo agradecerán poniéndose coloradas y cachetonas.
Si hacemos este aprovechamiento de las basuras orgánicas, estaremos entregando al camión recolector entre el 40 y 50% menos de basura, con lo que a nivel ciudad podrían mejorar su eficiencia de recolección.
Así, los invito a que declaremos nuestra casa, frente de casa y calle limpia y podremos aspirar a una ciudad limpia.
Lo mejor de esta estrategia tipo “hormiga”, que cada quien lleve su carga, es que no dependeremos de las autoridades municipales ni de nadie más para aspirar a un entorno limpio, lo único malo es que no tendremos una ceremonia de “inicio de campaña de ciudad limpia”, lo que por otro lado evitará que se genere basura con todos los papeles que se generan en estos actos oficiales.
Quien quita y en un par de meses o de años, nuestra ciudad vuelve a recuperar la limpieza que la hizo destacar a nivel nacional hace algunas décadas. Por lo pronto nuestra casa y su entorno sí mejoraran en cuanto a limpieza.
Por otro lado y aunque parezca exagerado, estaremos ayudando a evitar el calentamiento global, pues el reciclado de la basura orgánica evitará la generación excesiva de gases invernadero al no ser quemada en los tiraderos de basura municipal que sufrimos desde que nuestra ciudad fue fundada.
Por lo pronto y para dinamizar mi principio de año, en cuanto mande este escrito a Infocajeme, voy a salir a invitar a mis vecinos a declarar nuestra calle como Calle Limpia.