Si usted es cardíaco, ni vea ni escuche los juegos de los Yaquis de Ciudad Obregón, anoche el tercer encuentro ante Venados de Mazatlán estuvo de mírame y no me tientes, con un desenlace “pior” (es peor que peor) digno de Alfred Hichcock ¡Macario traite el hacha!

Los aficionados tuvieron que esperarse hasta la penúltima entrada para ver la carrera ganadora ¡agarren piedras! Y no se mortifiquen que esto se va a empeorar, hoy le toca subirse a la loma a Walter Silva y dentro del desfile de lanzadores de Mazatlecos, tan bueno es el pinto como el colorado, basta con checar los primeros dos encuentros de la serie en que solo se anotó una mísera carrera y tuvieron que pasar casi 70 turnos para que hubiera otra ¡Atáscate ahora que hay lodo!

Aunque con esa clase de lanzadores, una sola carrerita es un filón de oro, pero el bateo de Obregón tarde ó temprano tiene que explotar y si es esta tarde mucho mejor para emparejar la guerra por la supremacía de la danza del venado, porque de regresar la serie al Puerto de Mazatlán, no hay garantía de salir vivos de allá, solo les queda ganar, ganar y ganar ¡échate ese trompo a la uña!..

Los Naranjeros de Hermosillo agarraron a los Tomateros de Culiacán como a Rosita Alvires, nomás tres tiros le dieron y los tienen sin mañana en la serie de la fruta y la verdura ¡No preguntes quién se murió tu sigue la carroza! El juego que le sacaron de la buchaca a los guindas los tienen contra la lona y difícilmente podrán conseguir a estas alturas un Psicoanalista que les devuelva su autoestima ¡Tukiti! Sobre todo cuando ya en Culiacán se acariciaba la primera victoria de la semifinal ¡Toma paloma! Hay regresos increíbles dentro del béisbol, pero no creemos que éste sea el caso, los de Naranjilandia vienen a recuperar su jerarquía y si la consiguen haciendo puré a sus odiados enemigos mucho mejor ¡arre!

Para la porra naranja, lo ideal sería una final disfrutando del malecón en el paradisiaco Puerto pero a la serie de la caseta de cobro del valiente, aún se le mueve una patita y no es que me encante el chile güero pero el sueño dorado de los aficionados de Obregón es ver a Erubiel Durazo enfrentándose a Hermosillo en una final ¡zancas de gallo copetón!..La vida es muy dura para tomarse tan en serio, Si Diosito quiere nos vemos mañana.