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PUES POR lo visto, no fueron muy lejos por la respuesta aquellos concesionarios del SUBA que en los últimos seis años viajaron en clase premier y que en la semana anterior le atizaron duro a la diputada Eloisa Flores García llegando al extremo de pedir hasta su destitución como integrante del Congreso que por estos días preside el cajemense Faustino Félix Chávez, solicitud de la que hasta el momento nadie parece haberle puesto la mínima atención. Será que no le vieron el menor signo de seriedad el caso es que no hubo pronunciamientos de nadie ni a favor ni en contra. Y tal y como lo anticipamos en estos apuntes desde la semana anterior, la congresista de casa llegó a su encuentro con los miuras de la prensa local y sin muchos rodeos, documento en mano, demostró el porque de la airada protesta de aquellos que sienten que se les apareció el chamuco. Revela, por ejemplo en sus páginas la auditoría con tintes de autopsia por aquello de que el SUBA ya pasó a mejor vida a partir del nuevo gobierno panista que a los señores transportistas del pasaje urbano, usted y yo ( luego no se diga que nuestros impuestos no están trabajando ) les subsidiamos ni más ni menos que con 124 millones de pesos. El problema que no se ha dicho aquí y es lo que viene a significar la manzana de la discordia en este destartalado asunto es que los señores están como el caso del enamorado galán que con ansias concupiscentes suplica la cara prueba de amor a su adorada dulcinea y esta sostiene que el amor se demuestra del ombligo hacia arriba. Primera parada: al tratarse de fondos públicos, la autoridad está autorizada a echar mando de la auditoría para saber el destino que le dan los concesionarios a los 124 millones que reciben de subsidio. Segunda parada: Los auditores se encuentran con dos cosas; los señores no cuentan con una administración fiable y profesional que permitan un fácil acceso a los libros del SUBA porque según reza el dictámen (ojo, eso no lo establece la señora legisladora ni mucho menos el columnista, es lo que arroja la auditoría que ni siquiera llegó a sus manos en forma oficial sino a través de particulares y es en ese carácter que ella recibió el documento según dejó en claro en su entrevista con los medios) los señores no tienen una sola cuenta, sino varias y dos, aquí el quid del asunto; los concesionarios, como la chica del cuento, le dicen a los auditores que la metida de mano a sus cuentas es de la cintura para arriba; es decir, únicamente a los 124 millones de pesos que se reciben como subsidio. Del resto de los dineros, como se ve en la referida auditoría, apenas ellos sabrán. El documento deja entrever que el gobierno del Estado se ha venido haciendo cargo de algunas amortizaciones por concepto de algunas letras vencidas en la adquisición de algunas unidades nuevas. Como quien dice, todo un negocio redondo en que el único que pierde es el usuario pues en lo que fue el varano pasado tuvo que sufrir las inclemencias de las altas temperaturas cuando los señores concesionarios “ se vieron obligados” a apagar los aires acondicionados de sus unidades para demostrarle al gobierno la incosteabilidad de la tarifa ante la amenaza de que ya no habría más subsidios. Y sería que la explicación de la dama en cuestión fue lo más explícita o contundente posible, pero hasta el momento los señores del volante que para estar a mano con su oficio, “ volantearon” algunos aspectos personales de la legisladora, no han dicho aun esta boca es mía en relación a esto que tuvo más tintes de descobijada a domicilio que otra cosa.
FIERRITOS EN LA LUMBRE Las frases de media semana, en esta ocasión, corrieron a cargo del ex dirigente del invencible en Sonora, Ernesto de Lucas Hopkins, actual diputado federal y el síndico municipal en funciones del Ayuntamiento panista de Hermosillo que preside Javier Gándara, el hombre que insiste en llevar agua a su molino ( pero del Novillo al molinito por más que ya César Lagarda y el resto de los técnicos en esta materia le dijeron que ponga sus ojos en la desaladora ) Enrique Terrazas. Aquí lo curioso es que ambos parecen haber entrado a una competencia de mentiras que por supuesto, no se los creen ni en sus casas: El primero cuando sostiene que nadie controla el consejo político del PRI; que el tricolor no tiene dueño y nadie lo controla. Lo único rescatable y que si pudiera ser es cuando dice que si no se logra consensuar el nuevo perfil de quien pudiera ocupar la dirigencia del PRI estatal debe seguir al frente su actual presidente, el diputado Roberto Ruibal Astiazarán. Mientras que el segundo nos regala esta soberbia perlería de colección: Quien vaya a ser el nuevo dirigente del PAN en substitución de Víctor Ramírez no debe ser subordinado del gobernador y dos, que en el PAN no hay posiciones irreconciliables. Y tal vez tenga razón si se refiere a los panistas del norte del estado que están más que contentos con la llegada de Guillermo Padrés a la guberntaura, pero habría que preguntarle lo mismo a algunos panistas del sur que de septiembre a la fecha no han pasado ni por la banqueta de Palacio de Gobierno. Y por supuesto, tampoco han sido invitados al convite que significa la elección del substituto de Enrique Reyna Lizárraga. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com o al celular, 6449972972
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