Al menos el 20% de los tiendas de abarrotes se encuentran en la informalidad y tienen miedo de regularizar su situación ante la crisis económica y las políticas impositivas del gobierno federal.
A través del programa “Mi Tienda”, la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en esta ciudad ha detectado el fenómeno, informó su presidente Gustavo Almada Bórquez.
De 180 abarrotes visitados del 18 al 23 de enero, tan solo 30 se sumaron al proyecto del gobierno federal para mejorar su empresa.
“Son tienditas del sur de la ciudad, apenas es la primer semana de visitas y la meta es ubicar a todos los abarrotes del municipio para tener un censo de ellas”, indicó.
Aunque el programa ofrece créditos de hasta 2 millones pesos para adquisición de tecnología, modernización de establecimiento, manejo de publicidad, entre otros, es poco el interés de los comerciantes, expuso.
“De los 180 visitados solo 57 se inscribieron al curso de inducción y 30 aceptaron seguir con los módulos del programa; la meta es conformar un grupo de 60 para arrancar de lleno”, explicó.
El temor a no tener ingresos para hacer frente al pago del crédito o a los altos impuestos, son los argumentos para rechazar el programa “Mi tienda”.