Columna de Hierro
Sergio Ibarra
Jueves 04 de Febrero de 2010

Por Sergio Ibarra

  • El cuento de siempre: Ustedes los grifos, nosotros los narcos
  • Amenazan transportistas con embestir a usuario con nueva y concienzuda tarifa

ES POSIBLE que si yo le digo a usted que 20 millones de personas viven en un municipio cuya extensión es más o menos comparada a la que tiene Cajeme, sin duda que usted coincidirá conmigo en que esa gente pasa las de Caín para poder hacer vida en un lugar tan estrecho para 20 millones que requieren de vivienda, hospitales, autos, edificios de gobierno, escuelas y bodegas en donde surtir los sagrados alimentos.

Todo un caos, sin duda, sin embargo, nada que no pueda resolverse con las vastas reservas territoriales con que cuenta cada municipio, incluida, por supuesto, la zona costera y en un descuido, hasta la amplísima zona serrana que se levanta al oriente de la ciudad.

Sin embargo, qué diría si yo le digo que usted, al lado de su familia ha sido sentenciado a vivir, de por vida, con 20 millones de drogadictos y que esa suma irá en aumento conforme el paso del tiempo y a instancias de los gobiernos --- proveedor y receptor—que no hacen sino llevar al día tan siniestras estadísticas. Los primeros, amasando grandes fortunas y contabilizando a sus muertos, merced los necesarios ajustes de cuentas entre las bandas que rivalizan por el mercado exterior y los segundos, amontonando en grandes clínicas a sus miles y millones de adictos a la mariguana, la cocaína, el cristal y cuanta nueva versión vaya surgiendo de nuestros flamantes laboratorios.

El escenario anterior pareciera sacado de los grandes guiones de los escritores de westerns o películas de tinte policiaco al estilo El Padrino, sin embargo, es la cruda realidad por la que atraviesa en estos momentos el pueblo norteamericano con sus 20 millones de adictos. Así como se lee. Ni más ni menos que toda la población junta del Distrito Federal. Y viene a colación tan ilustrativa y dolorosa escena, por cuanto a la declaración que se acaba de dar, apenas ayer en Estados Unidos, en el sentido de que los carteles de las drogas en México no desestabilizan en lo más mínimo al país que de tiempo atrás ha sido uno de sus principales proveedores. De no saber el nombre y cargo de la persona que hace tan vaga e irresponsable declaración es casi seguro que usted y yo habríamos pensado que la tal afirmación la hacía algún cuico de banqueta o el comisario de Tejeringo, el chico, pero queda uno al punto del soponcio cuando se entera de que quien afirma lo anterior es ni más ni menos que el supuesto jefe de inteligencia nacional de los Estados Unidos, Dennis Blair, quien apenas ayer declaró al mundo que tanto él como su gobierno descartan que los carteles de la droga desestabilicen a México.

Pero que se olvide de momento de México en donde un día si y otro también, se reeditan las más encarnizadas masacres con siete y hasta 18 muertos como recién acaba de ocurrir en Magdalena, Sonora y la matanza de 18 jóvenes, ocurrida en Ciudad Juárez. Qué no le dirán nada, a este señor, los 20 millones de adictos con los que él y su familia tienen que compartir el suelo patrio y que muchos de estos son verdadera amenaza al bienestar social, además del lastre social que representan luego de que la droga los confina, de por vida, a ser unos guiñapos, muertos en vida?.

Por lo que hace a Sonora, no queda más que estar de acuerdo con quienes se pronuncian por establecer una nueva estrategia que de veras, venga a ofrecer resultados en la desigual lucha que la sociedad libra en contra del crimen organizado porque hasta la fecha y después de que presidentes y gobernadores van y vienen, los cartones siguen a favor de los desgarbados de gabardina ancha, botas de avestruz y Lincon blindada, pegaditos, por cierto, de la mano que mueve la cuna. Y no es precisamente la mano peluda que mueve el moisés del cuento. Tú me entiendes, lector, no le hagas al enzarapado!


FIERRITOS EN LA LUMBRE

Por lo visto no ha de haber estado tan concienzudo el análisis que dice don Armando Contreras tuvo a bien a hacerles un despacho externo en relación al aumento que según el tal despacho se deberá “obsequiar” a los usuarios del transporte público en Cajeme de dos pesitos más con lo que el obrero y las amas de casa estarían pagando siete pesos en vez de los cinco que se cobran actualmente. Y es que, todo iba muy bien hasta el punto en  que el estudio de marras precisa que el tiro de gracia para el usuario, el aumento, pues, se tendrá que dar, “basado en los costos del diesel, el nivel de inflación y el salario mínimo”. De qué salario mínimo se estará hablando? Porque si se trata del salario que se devenga en la frontera norte del país, pues adelante con el aumento de dos pesitos per cápita. Pero qué dirían aquellos cuyo salario mínimo queda pulverizado – en algunos casos-- poco más de la mitad por concepto de “pasajes” de ida y vuelta a sus lugares de trabajo?

POR CIERTO, ahora que hablamos de la frontera, qué no sería bueno ir pensando en la posibilidad de importar a estas tierras de Dios las famosas y necesarias calafias que se usan en lugares como San Luis, Río Colorado, Mexicali y Tijuana, en donde por tan solo cinco pesos, lo llevan a usted hasta las puertas mismas de su casa? Claro, aquí quienes habrían de poner el grito en el cielo son los concesionarios del taxi, los que aquí entre nos, están intocables, también, en materia de tarifas. Pero como dice la diputada Eloisa Flores García, convertida en el coco de los infaltables “Contreras”, primero el usuario.

A propósito del coco, se la echó buena la dirigente del PRI nacional, Beatriz Paredes cuando, en referencia a las alianzas políticas que ya se concretan en algunos estados del sur, entre el PAN y PRD, dice que a ella, la tlaxcalteca a lo único que le tiene miedo es al Coco, sin embargo, como es una niña que se porta muy bien, ni siquiera a eso le tiene miedo. En donde seguramente si la sigue pensando es en el asunto del caso Sonora, en donde las sigue cantando el dirigente estatal del PRI,  Roberto Ruibal Astiazarán lo que viene a confirmar la sospecha de que hay de cocos a cocos y que más sabe el diablo por viejo que por coco.

PD. A los lectores del portal de INFOCAJEME que me preguntan por qué no he dado respuestas a los comentarios que en pro y en contra se hacen en relación a mi persona o a los temas que aquí se manejan les digo que lo haré con todo gusto a quien me envié dichos comentarios a mi correo personal, pero siempre y cuando se identifiquen plenamente y no a aquellos que cobarde y arteramente se escudan en el anonimato que les brinda este valioso medio de comunicación. Qué bueno, por otra parte, que son muchos más aquellos que realmente lo aprovechan para fines más sanos y se interesan con los problemas de la comunidad y participan abiertamente con su grano de arena. Gracias. Sugerencias y comentarios: premiereditores@hotmail.com o al celular, 6449972972

 
 

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