Como fue imposible que el 5 de febrero se realizaran concentraciones en Cajeme para recordar que hasta hoy transcurrieron ocho meses desde el día de la desgracia en la Guardería ABC, sin que se haga justicia, un grupo de cajemenses viajó a Hermosillo y estuvo presente en la Marcha por la Constitución.

A paso pausado, pero firme, los cajemenses se sumaron a la marcha y con su pancarta hicieron notar que los reclamos de justicia también surgen desde Cajeme.

Como pasó con las anteriores, la Marcha por el Respeto a La Constitución fue apoyada en todo el trayecto por muchos conductores que transitaban los carriles de contraflujo, quienes accionaron las bocinas de sus autos.

A ocho meses de la tragedia, por momentos las manifestaciones de descontento tomaron derroteros que antes no se escucharon ni vieron.

En esta marcha se percibió que los reclamos de los padres de familia evolucionaron; en el olvido quedaron las caminatas silenciosas y hubo signos de inconformidad similares a los que presentan los movimientos cuando identifican plenamente a culpables y responsables.

Notoriamente, los padres de familia dolientes acusan cansancio; en sus semblantes se nota el endurecimiento. Las caminatas, cuyas demandas de justicia en algún momento se concretaron al paso silente de los manifestantes, ahora las matizan tonalidades impetuosas.

El grupo de universitarios de la Escuela de Artes de la UNISON escenificó una dramatización singular: en tanto una voz coreaba por sus nombres a los dueños de la guardería, o a personajes políticos vinculados a los hechos del pasado 5 de junio del 2009, los actores daban pasos al frente llevando sobre sus hombros cajas con el rostro de los acusados, y en cada caso, implacable, la muchedumbre sentenciaba: ¡ASESINOS!

En medio de los señalamientos de insuficiencia en materia de procuración de justicia, de averiguaciones erráticas, un sector de los manifestantes estrelló con furia centenas de huevos contra los amplios ventanales de la Procuraduría de Justicia del Estado.

Finalmente, con las primeras sombras de la noche, los itinerantes por la justicia arribaron a la Plaza Zaragoza y se estacionaron frente a Palacio de Gobierno; allí escucharon los posicionamientos de los deudos de los niños fallecidos en el cruento incendio que enlutó a la sociedad sonorense.

Las actitudes, los encuadres, las posturas de los dolientes, hoy son firmes y categóricas, causan en los ciudadanos la impresión de que traen afinada la puntería, que los dardos de los señalamientos ahora son tiros de precisión directos al blanco.

Patricia Duarte, madre de Andrés Alonso, arranca ecos profundos a la garganta del alma y pide tres sanciones a culpables y responsables: cárcel a todos los culpables; inhabilitación de por vida a los funcionarios involucrados y, la reparación de daño.

La sociedad cajemense tiene también vigente el reclamo de justicia y la indigna cualquier asomo de impunidad en el caso de la Guardería ABC.

Así lo refrendaron los integrantes del Movimiento ABC de Cajeme, que este 5 de febrero viajaron a Hermosillo a la Marcha por el Respeto a la Constitución.

Volvieron con el sentimiento clarísimo que los deudos de los niños muertos no claudicarán, que convirtieron en vocación existencial la lucha por el reclamo de JUSTICIA EJEMPLAR.