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Hace algún tiempo se dieron dos eventos que profundamente me preocuparon y me han llevado a esta reflexión: Parece que finalmente en el norte del país empezamos a ver también diferentes México. Ya no es solo el norte rico y el sur pobre, el México pensante y el que trabaja, el blanco y el indio, el urbano y el rural. Ahora en el mismo norte tenemos Méxicos muy diferentes.
Aparecía un artículo publicado por Pablo Hiriart en DF, en el que hace una dramática exposición de cómo el Estado de Sonora que, después de haber sido por décadas el ejemplo del norte de México, ha caído en la mas estruendosa mediocridad no únicamente en cuanto a su anémico desarrollo económico, sino en actitud de su gente que siempre se habían identificado como los titanes que conquistaron el desierto, los audaces rancheros que combatieron a los apaches, los bárbaros del norte que hicieron la revolución, los hombres que establecieron la hegemonía sonorense después de dicha revolución, ahora suelen ser identificados como los "llorones" del norte, los amansados titanes, los agachados ciudadanos que cabrestean con el sistema, se dejan regañar por el "jefe."
Se publicaba también un artículo en un diario de Hermosillo, en el cual hacían una serie de arengas a los yaquis para que sigan en su lucha contra el opresivo gobierno que no les quiere pagar mejores precios por sus cosechas de trigo. Terminaba haciendo una agresiva crítica de cómo el país ha sido entregado a los intereses internacionales al permitir que productos agrícolas extranjeros sean importados. Y finalmente; de cómo el "gobierno" ha dejado al campo sin apoyos motivo por el cual, la agricultura de Sonora, otrora el orgullo de México, se hunde en la desesperación.
Insisto que estos dos acontecimientos nos deban de dar gran luz para entender la abismal diferencia entre Sonora y, ya no solo digamos Baja California, su diferencia con todos los estados del norte del país. El Artículo del Sr. Hiriat, por cierto muy bien documentado, hace una muy clara exposición del declive del estado de Sonora desde su agricultura, ganadería, pesca, minería etc, hasta fotografiarlo como la decadencia del norte.
Pero lo más triste de este escrito, es la reacción de todos y cada uno de los sonorenses que fueron entrevistados para el reportaje; todos en coro culpan nuestros fracasos a la falta de apoyo del gobierno. Y más triste, muchos todavía acuden a la muerte de Colosio, es decir, hacen a todos los sonorenses viudas de Colosio. Colosio murió hace 16 años y Sonora continúa su agonía. En ningún momento ninguno de los entrevistados asumió responsabilidad alguna, ni personal, ni en conjunto como sociedad civil.
El artículo local es muy significativo porque es la actitud general del sonorense. Sonora es triguero, no hay duda--- ¿pero a costa de qué? Desde tiempos inmemoriales nos acostumbraron al paraguas del gobierno.
El gobierno nos decía que sembrar; cuando, cuanto sembrar; cuánta agua nos darían; a como nos venderían los fertilizantes, la semilla, a que tipo nos prestaría el FIRA, y sobre todo, a como nos comprarían. Si el precio internacional era más bajo, no importaba, el gobierno nos pagaría mejor, sin entender que ese dinero del sobreprecio no es del gobierno, es de todos los mexicanos. O sea, si a los agricultores de Sonora se les va a pagar un precio artificial, ese dinero el gobierno lo tiene que expropiar a otros mexicanos; o más grave, echar andar la maquina del Banco de México para arruinar todo el país. En la agricultura interna de México, jamás se conoció el concepto "mercado."
Pero cómo dice Milton Friedman "there is not free lunch," en economía no hay comida gratis, todo cuesta. Lo que el gobierno me da a mí, se lo está quitando a alguien más. Ahora, si el precio internacional del trigo es más bajo que él de los agricultores de Sonora, ¿por qué no lo vamos a importar?, ¿por qué el consumidor tendría que pagar precios más altos? Si el agricultor de Sonora no puede producir a precios de competencia, pues lo sentimos mucho, pero se tiene que dedicar a otra cosa. Aquí no soy yo el que habla, es el nuevo mercado cibernético, virtual, y sin barreras.
Es la economía del Siglo XXI, y si no lo entendemos así, definitivamente seremos desplazados. Tenemos que entender que los gobiernos ya no tendrán control alguno de los acontecimientos sucedidos en los mercados, es simplemente la oferta y demanda cibernética, internacional, sin fronteras ni barreras. Es la nueva competencia mundial sin papá gobierno que nos defienda y nos proteja.
Parece ser que en Sonora no hemos entendido algunas cosas fundamentales de este nuevo escenario virtual que ya vivimos. Los éxitos y los fracasos de los mexicanos ya no van a depender del gobierno----particularmente los éxitos----Estamos entrando a la era de la responsabilidad personal en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo el económico y de negocios.
La clase de gobierno que proporcionaba pan para todas las bocas, trabajo para todas las manos, capital para todos los proyectos, medicina para nuestras enfermedades, consuelo para el que sufría, consejo para los desorientados, verdades para las mentes, distracción para los aburridos, leche para los niños, vino para los ancianos. Que se convertía en la agencia que proveía para todas nuestras necesidades, adivinaba nuestros deseos, corregía nuestros errores, nuestras faltas; y de esa forma nos evitaba la desagradable tarea de ejercer prudencia, juicio, frugalidad, experiencia, orden, trabajo, y responsabilidad. Ese gobierno, ha muerto.
Mientras los sonorenses culpan a la falta de apoyo del gobierno, a la muerte de Colosio por el vergonzoso declive del estado, en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa sus hombres y mujeres se baten frente a frente en este nuevo escenario virtual, habiendo entendido perfectamente el retiro total del estado de los campos que por tantos años invadió---y no solo lo entienden, le dan la bienvenida. Mientras Sonora se convierte en el patito feo del norte, Baja California se consolida como el estado del futuro en México. Chihuahua reporta el parque industrial más grande del mundo en Ciudad Juárez.
Monterrey es identificada por una prestigiada revista americana como una de las ciudades del futuro "mundial." En la mesa del consejo revolucionario en exilio celestial se sientan Bernardo Reyes de Nuevo León, Venustiano Carranza de Coahuila, Pascual Orozco de Chihuahua, Francisco Serrano de Sinaloa y con caras tristes levantan su reclamo a los sonorenses signatarios del Plan de Agua Prieta, Obregón, Calles, De la Huerta , Valenzuela, Topete, Manzo
¿Qué sucedió a la Sonora libertaria después que marchara con su ejército constitucionalista liberal del norte en contra del DF? Se ha quedado viuda luego de los asesinatos de Obregón y Colosio. Los sonorenses de ahora son agachones y envidiosos, ya no tienen aquel orgullo que los distinguía y aquella solidaridad que los caracterizaba. Eso, los lleva de picada a un fondo vergonzoso.