• Se impone Calderón; aprueba el Consejo Político del PAN el engendro, digo, la alianza con el perderé.
• Adalberto, don Jaime y el STIRT, lo último del Sonora Si.

NO CABE DUDA QUE donde manda Felipe no gobierna secretario. Tampoco mandan Fox, ni doña Marta y menos, por supuesto, se atienden las duras críticas que, del régimen de Felipe Calderón ha venido haciendo el ex dirigente del PAN nacional, Manuel Espino Barrientos.

En pocas palabras, la alianza o el engendro contra el cual se lanzaron duramente también, Manlio Fabio Beltrones y el propio jefe Diego Fernández de Cevallos, se queda porque se queda. Y así lo determinó, éste pasado sábado el Consejo Nacional panista al aprobar por unanimidad su respaldo absoluto a las políticas de alianzas impulsadas por la actual dirigencia de César Nava, y el Comité Ejecutivo Nacional panista. Con el consabido y abierto respaldo, por supuesto, del jefe nato del PAN, Calderón Hinojosa.

Y di que te lo dijo un orate, lector, pero cómo se me hace que a partir de este acuerdo que autoriza estas políticas—y cosas peores—y alianzas del PAN con su ex irreconciliable enemigo, que no adversario, el PRD, los días están contados para el ya casi ex secretario de gobernación de Calderón, Fernando Gómez Mont, el mismo que secundó el rechazo iniciado por Manuel Espino y Fernández de Cevallos. El que ha de estar frotándose alegremente las manos es el jefe putativo del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, a quien la alianza en cuestión le viene como anillo al dedo por cuanto a la oxigenada que le permite un acuerdo como éste con el partido en el poder y refuerza de igual forma su decaída imagen ante el embate lopezobradorista a quien por otra parte, se la están poniendo más que” bobita” para que se las batee y emprenda una fabulosa campaña en la que estará matando dos pajarracos de una sola pedrada; uno cuyo hábitat son los altos pinos y el otro, deambulando por los caminos de Michoacán, muy cerca del santuario de la mariposa Monarca.

A quien también se la están pasando franca es al ex alcalde y ex serio contendiente a la gubernatura del estado en sus tiempos de militante del PAN el popular pelón, Adalberto Rosas López, quien haciendo dupla con don Jaime Miranda Peláez, ex dirigente de la Unión Cajeme en par de ocasiones se ha echado a cuestas la tarea de defender el agua proveniente de la cuenca del río yaqui y por tanto, férreo opositor a la construcción del acueducto El Novillo—Hermosillo. De hecho, el Pelón está haciendo lo que hace mucho deberían haber hecho los productores agrícolas del sur del estado; tomar la calle, como lo hizo éste pasado sábado, el ex alcalde y, repartir, -- como lo anticipamos en estos apuntes—algo así como 20 mil volantes entre los cajemenses a manera de contra ataque, dice el volante a las muchas mentiras que se han venido manejando de parte de los representantes del gobierno del Estado quienes se han venido reuniendo con algunos sectores de la comunidad, tanto de Cajeme, como del sur del estado, incluidos los trabajadores del STIRT que aquí en plaza dirige el ex diputado, Francisco Contreras y Vergara.

Por cierto que en relación a este encuentro, ha surgido una versión que me niego a dar crédito y ojalá que sea el mismo Pancho Contreras quien tome hoy mismo el micrófono para que la aclare o, de plano la rechace; la versión va en el sentido de que el gobierno del Estado estará destinando una jugosa partida económica para iniciar una campaña de concientización a favor del Sonora SI, en la que sólo estarán participando los hombres del micrófono, es decir, los locutores, no así los columnistas de algunos medios impresos, ya que estos están demasiado “envenenados” en contra del proyecto hidráulico de Padrés. Gulp!.

FIERRITOS EN LA LUMBRE.

El viernes anterior descobijamos aquí a un conocido agente de tránsito que ordeñaba, en favor de su auto particular, la dotación de combustible que le asignan para la unidad que ponen a su mando para que salga a salvaguardar la seguridad de los cajemenses; por error involuntario se dijo aquí que la patrulla era la número 161, lo que puso a la defensiva al comandante Juan Carlos Arreola, jefe de Policía en la bananera república de Pueblo Yaqui, quien de inmediato se comunicó con el suscrito para aclarar que aunque en Pueblo Yaqui también hace aire, esa unidad no pertenece a esa comisaría. El punto, más bien los puntos que no han quedado claros son los siguientes: la Secretaría de Seguridad Pública no ha dicho una sola palabra en torno al bochornoso asunto, ni para desmentir o admitir como cierta la misma versión que se reproduce en un conocido portal electrónico de Cajeme en donde se muestra, en secuencia fotográfica, el abierto robo, por parte del representante de la ley y cuya patrulla no es la 161, sino la 061, marca Avanger, placas de circulación VZK, mientras que el auto particular del agente es un Spirit, color guinda, sin placas de circulación. El otro punto que no queda claro también es el paradero  del agente Walterio López Valenzuela quien en días pasados protagonizó un escándalo en las mismas instalaciones de la comisaría de Cócorit al emprenderla a golpes contra sus ex subalternos quienes se negaron a entregarle a una persona que momentos antes había sido recluida en las celdas por andar escandalizando en la vía pública en completo estado de ebriedad; luego de cometida su falta, López Valenzuela se dio a la fuga y fue detenido calles adelante, mediante un fuerte operativo que puso en riesgo la vida de los agentes que entraron en su persecución y la de los transeúntes, riesgo y operativo que resultan infructuosos y de barbas, toda vez que, según se sabe, el influyente agente sigue laborando bajo el amparo de conocido comandante que le ha solapado estas y otras lindas barbaridades más, echando por tierra así las aspiraciones de quienes todavía creen que en Cajeme se vive bajo el régimen de un gobierno ciudadano.

 Y EL QUE se quedó vestido y alborotado es el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza porque el Congreso de su estado le dio para atrás al circo que traía de llevarse los poderes a Ciudad Juárez,  como una salida, que no una solución, al gravísimo problema que vive el vecino estado con los barones del crimen organizado a los que solo les falta tomar el poder. De ahí tal vez el miedo de los legisladores chihuahuenses. Cuándo se darán cuenta la mayoría de los estados que insisten en buscar afuera—como ciertos maridos—lo que realmente se mueve hacia el interior de sus policías.?

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