En 2006 y 2009 vivimos el torneo de mayor importancia para el béisbol, el Clásico Mundial, y la escuadra nipona ha salido campeona en ambas ediciones.

Todos pensaban que Estados Unidos sería el campeón de la primera edición, porque los americanos son los creadores de este deporte y de este evento, pero como ya sabemos Estados Unidos fue derrotado por nuestro México lindo y querido en la primera edición, y por causa y efecto de esta derrota U.S.A. no clasificó a la segunda ronda del torneo, cosa que México si logró, aunque tuvo el mismo resultado que nuestros vecinos del norte.

Para la segunda edición de este torneo que se realizó apenas el año pasado, Estados Unidos trató de arrebatarle el título de campeón del mundo a Japón, cosa que no sucedió, y es por eso que  me he tomado la libertad de explicar el porqué este evento de gran importancia para todos nosotros los seguidores del béisbol ha sido un vil fracaso.

Si este torneo estuviera bien organizado ténganlo de seguro que Estados Unidos sería tal vez el campeón de por lo menos 1 de las 2 ediciones que hay hasta el momento.

¿Por qué me atrevo a decir esto? La respuesta es muy sencilla: Porque nuestros vecinos del norte (gringos o americanos, como les quieran llamar) tienen la mejor liga de béisbol profesional que existe, tienen a los mejores jugadores del planeta. Se imaginan si en aquella primera edición de este torneo hubieran participado jugadores como Barry Bonds, Roger Clemens, el profe Greg Maddux, Roy Halladay, qué equipo tan difícil de vencer hubiera sido la escuadra norteamericana. He aquí por qué digo que ha sido un vil fracaso este torneo, a diferencia del Mundial de Futbol, en el que sí participan todas las estrellas de cada país.

El señor Bud Selling, presidente de las Ligas Mayores, opina que este torneo ha estado haciéndose durante los entrenamientos primaverales de las Grandes Ligas y esto hace que los propietarios de los 30 equipos que compiten por obtener el título de la Serie Mundial de Béisbol opten por no darles permiso a algunos peloteros de defender los colores de su nación.

Yo pienso que eso debería de cambiar, que los equipos están obligados a ceder a aquellos jugadores que representarán los colores de su patria; otra opción para dejar de tachar el Clásico Mundial como un vil fracaso es hacer juegos de exhibición a si como en el futbol y así poder probar a aquellos jugadores que puedan representar a su país donde quiera que sea la sede del torneo ese año.

Por hoy solo nos queda esperar lo que pasará cuando se juegue la tercera edición del Clásico Mundial de Béisbol, ojalá y estas propuestas se llevasen a cabo, porque realmente tendríamos un mejor nivel de competencia en este torneo y subiría el nivel de interés de las personas al ver a todos sus jugadores favoritos defender los colores de su país.

Salvador de Jesús Anaya Corrales es estudiante del Colegio de Bachilleres, plantel Huatabampo.