Hasta Eduardo Bours en su momento se “echó flores” por la obra de Los Bagotes que supuestamente daría agua a Hermosillo durante 10 años, reconoció Ernesto de Lucas Hopkins.

El diputado federal indicó que así hubiera sido Bours o Guillermo Padrés, cualquiera le hubiera creído a la entonces alcaldesa de la capital, Dolores del Río, que había agua suficiente.

Por eso cuando inauguraron esas obras se andaban disputando los tres niveles de gobierno a quién le pondrían la estrellita, destacó.

En conferencia de prensa aseguró que mientras no haya un estudio real de la capacidad de los mantos acuíferos de la zona de Hermosillo, no debe de hablarse de otras acciones.

Por ello, buscará junto con los opositores del acueducto El Novillo en Cajeme la posibilidad de que un despacho externo realice un estudio realista sobre esa situación.

Con los números en la mano, entonces tendrá que hablarse de El Novillo, una desaladora o la mejor opción, sostuvo, pero mientras tanto no debe interpretarse su postura como un apoyo irrestricto a quienes no quieren el acueducto.

Quienes deben hablar con los productores del Yaqui son los alcaldes de Cajeme y Hermosillo, sostuvo, y ser realistas para saber quiénes fueron los opositores a resolver de fondo el desabasto de agua en los últimos años.

Hace cuatro años apenas la Comisión Nacional del Agua decía que el acueducto era inviable, precisó, y hoy habla de situaciones diferentes.