Jorge A. Lizárraga Rocha
No puedo ni siquiera intentar describir biológicamente a los Queleles, conocidos también como Carancho Norteño, y con nombre científico de Caracara Cheriway, eso se los dejo a los biólogos y en especial a los ornitólogos. Solamente quiero compartir con ustedes la sensación tan extraordinaria que hace unos días nos tocó experimentar a mi esposa y a mí cuando nos encontrábamos en el campo cerca del poblado de Los Hornos.
Vimos que cerca de la cabaña adonde pasamos agradables ratos de tranquilidad, empezaron a volar aves de rapiña, las cuales pensamos que eran solamente zopilotes, pero junto con ellos estaban algunos Queleles, como al que logramos fotografiar. Vimos que se paraban en un árbol frondoso y cuando ya eran como seis, se nos hizo un número grande de estas aves, pero conforme pasaba el tiempo y el calor arreciaba, fueron llegando más, hasta alcanzar un número de alrededor de ¡cuarenta!, algo que nunca antes habíamos tenido oportunidad de ver.
En internet encontré información sobre los Queleles, destacando que se encuentran desde el sur de los Estados Unidos hasta el Brasil, que normalmente demuestran ser de hábitos solitarios, pero con frecuencia se ve una pareja o hasta un pequeño grupo de tres o cuatro de ellos. Es posible verlos en grupos más numerosos, especialmente cuando están comiendo (que fue lo que tuvimos la suerte de ver nosotros). El nido lo construyen en las ramas de árboles solitarios o rodeados de vegetación de menos altura, usualmente hierba y arbustos. Es común que usen el mismo nido por varios años.
Quizás algunos piensen que no tiene nada de extraordinario ver algunas aves paradas en un árbol, pero en realidad sí lo es, me atrevo a preguntar a la mayoría de los lectores de Infocajeme ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a ver alguna manifestación de la naturaleza en todo su esplendor?
El ritmo actual de vida que nos hemos impuesto, casi no deja espacio para disfrutar de este tipo de espectáculos, los cuales son gratuitos y no consumen energía eléctrica; les invito a que en este receso de Semana Santa busquen contacto con la naturaleza y aprovechen para disfrutar junto con su familia de estos días de descanso. Si es posible, estoy seguro que algunos lo hacen cada año, armen un campamento de Semana Santa en algún lugar cercano a Cd Obregón, tenemos algunos que son paradisíacos, sobre todo para el rumbo de la Presa del Oviachic.
Planeen un buen campamento y verán que optimizarán el uso del dinero de sus vacaciones, pues resultan muy económicos, relajantes y sobre todo, si los hacemos con una finalidad de descanso, contacto con la naturaleza (aprovechar para reforzar nuestra educación ambiental) y convivencia familiar, una experiencia que rara vez tenemos oportunidad de vivir.
La planeación de un campamento debe involucrar a toda la familia, sobre todo a los menores, pues sirve como entrenamiento para toda la vida, aunque parezca exagerada esta aseveración; el planear un buen campamento es un ejercicio muy valioso para nuestro desempeño diario.
Si queremos tener unos días de campamento muy especiales, debemos considerar el cubrir los siguientes aspectos para una estancia agradable:
• Alimentación: llevar comida sana y nutritiva, sería conveniente evitar llevar comida chatarra, aprovechar para llevar frutas y comida sana para desintoxicarnos un poco. Además, ya estando fuera de la ciudad, a los niños y a nosotros no nos quedará más que comernos lo que llevemos.
• Agua: tener en cuenta la cantidad de agua que se requerirá y los usos que se le darán, pues se debe llevar agua para beber y agua para lavar en recipientes separados, si se va a estar en un lugar adonde el acceso al agua no sea inmediato.
• Bebidas: por favor, no lleven bebidas alcohólicas, ni siquiera cerveza, a lo mejor unos cuantos días sin beber le pueden servir a toda la familia para unirse más, y a quienes requieren de su consumo se desintoxicarán y hasta podrían acostumbrarse a vivir sin ellas. Lleven frutas para hacer aguas frescas, agua de limón o de jamaica son muy convenientes para sanear nuestro cuerpo. Manejo de basuras: establezcan una estrategia para el manejo de las basuras que se generen, las de origen orgánico déjenlas en el campo, de preferencia cubiertas con una pequeña capa de tierra y cerca de las plantas para que se haga composta y sea reciclada de manera natural en el campo. Las basuras de origen inorgánico tráiganlas en bolsas para entregarlas a los servicios de recolección de basura y que sean depositadas en los basureros municipales.
• Salud: armen un buen botiquín con lo básico para los días que dure el campamento, si alguien requiere de medicamentos, que no se les olviden. Dentro del botiquín es muy conveniente incluir repelentes para mosquitos, agua oxigenada, material de curación para cortadas, etc.
• Recreación: lleven juegos de mesa, eviten el uso de ipods y jueguitos electrónicos que provocan el aislamiento de quienes los usan. Juegos clásicos como la Lotería, Memorama y otros de este tipo proporcionarán ratos de esparcimiento y convivencia ya olvidados, o quizás nunca conocidos por nuestros hijos. El trompo, balero, yoyo, herraduras y demás también serán muy divertidos. No olviden binoculares para observación de aves cuando hagan caminatas.
• Servicios sanitarios: dedicar un lugar específico como excusado, lo suficientemente lejos y cerca del campamento para su uso adecuado. Existen diversas opciones para que sean lo menos incómodos posibles estos momentos que no podemos evitar.
En fin, empecé a escribir sobre los Queleles y terminé con un campamento que quizá muchos no hagan, pero esto me hizo gozar desde este momento el campamento que nosotros estamos planeando para esta Semana Santa.
Ojalá y en el campamento que ustedes armen reciban la visita de los Queleles o de otras aves que nos recuerden de la magnificencia de nuestra Madre Naturaleza.