Consideradas como la segunda causa de discapacidad en México, las deficiencias en la vista de tipo refracción afectan entre 25% y 30% de los mexicanos.
Ricardo Manuel Ábrego Ayala, médico de Oftalmología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional, expuso que estos males se manifiestan a diferentes edades y pueden evolucionar hasta convertirse en un factor incapacitante.
Entre los principales padecimientos visuales, explicó, se encuentran los de ametropía o de refracción, como miopía, hipermetropía y astigmatismo.
Esta condición de incapacidad de los padecimientos oculares está relacionada íntimamente a que, por lo general, se presentan en edades de mayor productividad laboral, entre los 30 y los 50 años, con un gran impacto económico al país.
Hasta ceguera
La retinopatía diabética, señaló, es el daño a la retina ocasionado por la diabetes mellitus, seguida de las cataratas y el glaucoma, padecimiento crónico que si no se trata a tiempo puede causar ceguera irreversible.
En los últimos años se ha incrementado la retinopatía diabética, aunado al hecho de que, hoy en día, los pacientes diabéticos cuentan con una sobrevida mayor, expuso.
Dado que los cálculos hablan de que entre 20% y 25% de los mexicanos tienen retinopatía diabética, dijo, prácticamente podría decirse que la mitad de la población nacional tiene algún tipo de enfermedad en los ojos.
Cataratas
El tercer lugar de estas afecciones lo ocupa la catarata, un mal tratable con cirugía que permite a los pacientes, generalmente, recuperar una buena agudeza visual.
Uno de cada 30 mexicanos mayor de 50 años la padece, expuso, y cada año 100 mil personas la adquieren, aunque sólo se opera la tercera parte.
En los niños, la miopía y el astigmatismo afectan a uno de cada cuatro, un 30%, lo que las sitúa como las principales causas de mala visión en menores.
El oftalmólogo del IMSS indicó que la escasa revisión oftalmológica durante los primeros años de vida genera que los niños con problemas de visión no logren rendir en la escuela.
Por ello, sugirió tener en cuenta la revisión por parte del pediatra, desde el nacimiento para descartar ambliopía, falta de desarrollo de la agudeza visual, la cual tiene lugar durante los primeros seis meses de vida.